Hijos e Hijas de Dios

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Adoptemos sus principios, 16 de mayo

Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis. Juan 13:15. HHD 145.1

En esta época nos sentimos apenados al ver que los niños y los jóvenes se consideran demasiado maduros para someterse a la dirección de sus padres... Parece que se imaginan que el sometimiento a la autoridad paterna es una evidencia de debilidad, un sacrificio de su legítima independencia. Pero en lugar de ser capaces de gobernarse a sí mismos, son vacilantes y débiles en sus propósitos. Sus facultades morales son débiles, y tienen poco poder espiritual. La razón por la cual son tan débiles y caen tan fácilmente bajo la tentación, es que no imitan la vida de Cristo... HHD 145.2

En lugar de seguir en las pisadas del divino Redentor, están llenos de orgullo y estima propia. Estudian su inclinación, y siguen la pendiente de su mente no consagrada en lugar de las enseñanzas del amante Salvador.—The Youth’s Instructor, 14 de julio de 1892. HHD 145.3

En un momento él [Cristo] distinguía lo correcto de lo erróneo, y ponía al pecado a la luz de los mandamientos de Dios, manteniendo en alto la ley como un espejo que reflejara luz sobre lo erróneo. Era esta aguda discriminación entre lo correcto y lo erróneo lo que muchas veces provocaba la ira de los hermanos de Cristo. Pero sus llamamientos y sus ruegos, y el pesar que expresaba su rostro, revelaban un amor tan tierno y ferviente por ellos, que se sentían avergonzados de tentarlo a desviarse de su estricto sentido de la justicia y la lealtad.—The Youth’s Instructor, 8 de septiembre de 1898. HHD 145.4

Dios desea tener un pueblo celoso de buenas obras, que se mantenga firme en medio de la contaminación de esta edad degenerada.—Testimonies for the Church 3:472. HHD 145.5