Hijos e Hijas de Dios

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Nos afirman y fortalecen, 23 de abril

Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca. 1 Pedro 5:10. HHD 122.1

Bendita el alma que puede decir: “Soy culpable delante de Dios: pero Jesús es mi Abogado. He violado su ley. No puedo salvarme a mí mismo; pero puedo basar toda mi defensa en la preciosa sangre derramada en el Calvario. Estoy perdido en Adán, pero fui restaurado en Cristo. Dios, que amó de tal manera al mundo, que dio a su Hijo para que muriera, no me dejará perecer mientras esté arrepentido y contrito. No me mirará, porque soy indigno; pero mirará el rostro de su Ungido, mirará a mi Sustituto y Seguridad, y escuchará la defensa de mi Abogado, que murió por mi pecado, para que pudiera ser justicia de Dios en él. Contemplarlo me conforma a su imagen. No puedo cambiar mi propio carácter sino participando de la gracia del que es sólo bondad, justicia, misericordia y verdad. Pero al contemplarlo, puedo obtener su Espíritu y transformarme a su semejanza...” El corazón lleno de la gracia de Cristo se caracterizará por su paz y su alegría; y donde Cristo mora, el carácter se purificará, elevará, ennoblecerá y glorificará.—The Youth’s Instructor, 8 de noviembre de 1894. HHD 122.2

El Creador de todos los mundos se propone amar a los que creen en su Hijo unigénito como Salvador personal, tal como ama a su Hijo. Aun aquí y ahora mismo, su favor lleno de gracia se derrama en esa misma forma tan maravillosamente abarcante.—Fundamentals of Christian Education, 234. HHD 122.3

El Señor tiene preparada la más preciosa manifestación de su gracia para fortalecernos y animarnos.—Testimonies for the Church 6:413. HHD 122.4