Hijos e Hijas de Dios

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Miremos a Jesús, 25 de noviembre

Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe. Hebreos 12:2. HHD 338.1

Muchos de los jóvenes se quejan porque no tienen habilidad para hacer alguna obra importante, y ambicionan talentos mediante los cuales poder realizar cosas maravillosas; pero mientras desperdician su tiempo en deseos vanos, están fracasando en la vida. Están despreciando oportunidades que podrían emplear en hacer obras de amor en la senda de la vida en que están puestos sus pies... HHD 338.2

¡Oh, si vosotros también conocieseis lo que toca a vuestra paz, y dedicarais vuestros afectos, vuestros pensamientos, vuestro tiempo y vuestro servicio para Cristo! Satanás está concentrando todas sus energías para ligar vuestra voluntad a la suya, para hacer de vosotros sus instrumentos para oponerse a los planes de Dios, para que no permitáis que Cristo reine sobre vosotros. Aunque sabéis que “de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”, Satanás... procurará conduciros lejos de Cristo, para que os transforméis en instrumentos suyos a fin de apartar a otros también, para frustrar de ese modo el plan de Dios. Es el padre de la mentira, y extiende una red de falsedades en la que os ata a su servicio con cuerdas de engaño. Mientras más inteligentes y atractivos seáis, más arduamente trabajará para persuadiros a poner vuestros talentos a sus pies, y a ayudaros a cumplir sus fines de alistar a otros bajo su negra bandera. Si puede mantener encantada la mente, lo hará. Pablo pregunta: “¿Quién os fascinó, para no obedecer a la verdad?” Satanás es el fascinador, y él ha obrado para que Cristo sea rechazado del alma, con el propósito de ocupar su lugar. HHD 338.3

Os ruego, hijos e hijas, que rompáis el embrujo del maligno. Huid a Jesús en procura de auxilio y aferraos de la vida eterna.—The Youth’s Instructor, 2 de marzo de 1893. HHD 338.4