La Educación Cristiana

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Ocupación previa del suelo

La mejor manera de impedir el crecimiento del mal es ocupar previamente el suelo. En vez de recomendar a vuestros hijos que lean Robinsón Crusoe, o historias fascinantes de la vida real, como la Cabaña del Tío Tom, abridles las Escrituras, y dedicad tiempo cada día a leer y estudiar la Palabra de Dios. Los gustos mentales deben ser disciplinados y educados con el mayor cuidado. Los padres deben empezar temprano a abrir las Escrituras a las mentes en desarrollo de sus hijos, a fin de que puedan adquirir los debidos hábitos. ECR 176.3

No deben escatimarse esfuerzos para establecer correctos hábitos de estudio. Si la mente vaga, hacedla volver. Si los gustos intelectuales y morales han sido pervertidos por historias ficticias y exageradas, de manera que no haya inclinación a aplicar la mente, hay que pelear una batalla para vencer este hábito. El amor por las lecturas ficticias debe vencerse en seguida. Deben tenerse reglas rígidas para mantener la mente en el debido sendero. ECR 176.4

Entre un campo inculto y una mente no educada hay una sorprendente similitud. El enemigo siembra cizaña en las mentes de los niños y los jóvenes, y a menos que los padres ejerzan solícito cuidado, la cizaña brotará para llevar frutos malos. Se necesita trabajo incesante para cultivar la mente y sembrar en ella la preciosa semilla de la verdad bíblica. Se debe enseñar a los niños a rechazar las historias triviales y excitantes, y a buscar lecturas sensatas, que inducirán a la mente a interesarse en los relatos bíblicos, en la historia y sus argumentos. La lectura que arroje luz sobre el Sagrado Volumen y vivifique el deseo de estudiarlo, no es peligrosa sino beneficiosa. ECR 177.1