La Educación Cristiana

201/201

Capítulo 70—Un mensaje para nuestros jóvenes

Hay libros de vital importancia los cuales ni miran nuestros jóvenes, debido a que no son tan interesantes para ellos como alguna lectura liviana. ECR 497.1

Debiéramos aconsejar a nuestros jóvenes que echen mano de ese material de lectura como cosa recomendable para la edificación del carácter cristiano. Los puntos más esenciales de nuestra fe debieran grabarse en la memoria de nuestros jóvenes. Han tenido una vislumbre de dichas verdades, pero no una familiaridad tal con ellas que los induzca a considerar su estudio favorablemente. Nuestros jóvenes debieran leer aquello que tenga sobre su ánimo un efecto saludable y santificador. Esto es lo que necesitan a fin de poder discernir lo que es religión verdadera. Hay mucha lectura buena que no es santificadora. ECR 497.2

Ahora es nuestro momento y oportunidad de trabajar por la juventud. Decidles que estamos ahora en una crisis peligrosa, y necesitamos saber discernir la verdadera piedad. Nuestra juventud necesita ser ayudada, levantada y alentada, pero de la manera debida; no, por ejemplo, como ella lo querría, sino de la manera que le ayude a tener mentes santificadas. Necesitan religión buena y santificadora más que cualquier otra cosa. ECR 497.3

Yo no espero vivir mucho tiempo. Mi obra está casi hecha. Decid a nuestra juventud que deseo que mis palabras la estimulen a aquella manera de vida que ha de ser más atrayente a las inteligencias celestiales y que su influencia sobre otros sea la más ennoblecedora. ECR 497.4

En visiones de la noche estuve eligiendo y poniendo aparte libros que no son de beneficio alguno para los jóvenes. Debiéramos escoger para ellos libros que los estimulen a una vida sincera y los guíen a la comprensión de la Palabra. Esto me ha sido presentado en lo pasado, y pensé presentároslo para asegurarlo. No podemos dar a nuestra juventud lectura inútil. Se necesitan libros que sean una bendición para la mente y el alma. Estas cosas se consideran con demasiada ligereza; por tanto, nuestro pueblo debiera estar enterado de lo que estoy diciendo. ECR 497.5

No creo que tendré más “testimonios” para nuestro pueblo. Nuestros hombres de sólidas inteligencias saben lo que es bueno para levantar y edificar la obra. Pero con el amor de Dios en sus corazones, es necesario que profundicen cada vez más en el estudio de las cosas de Dios. Estoy muy ansiosa de que nuestra juventud tenga la debida clase de lectura; entonces los mayores la conseguirán también. Debemos mantener nuestros ojos en la atracción religiosa de la verdad. Debemos mantener abiertos la mente y el cerebro a las verdades de la Palabra de Dios. Satanás se acerca cuando los hombres están desprevenidos. No debemos estar satisfechos porque el mensaje de amonestación ha sido presentado una vez. Debemos presentarlo una y otra vez. ECR 498.1

Podríamos empezar un curso de lectura tan intensamente interesante que atraería a muchas inteligencias e influiría sobre ellas. Si se me dispensa la vida para ulterior trabajo, gozosamente ayudaré a preparar libros para los jóvenes. ECR 498.2

Hay una obra que hacer para los jóvenes por medio de la cual sus inteligencias serán formadas y modeladas por la santificadora verdad de Dios. Es mi sincero deseo que nuestra juventud halle el verdadero significado de la justificación por la fe y la perfección de carácter que ha de prepararla para la vida eterna. No espero vivir mucho tiempo, y dejo este mensaje para los jóvenes a fin de que el objeto que se propongan no se frustre. ECR 498.3

Exhorto a mis hermanos a estimular a los jóvenes a mantener muy en alto la belleza y la gracia de Dios. Trabajad y orad constantemente para que comprendáis el elevado valor de la verdadera religión. Reclamad la bendición y atractivo de la santidad y de la gracia de Dios. He sentido pesadumbre con respecto a esto porque sé que se ha descuidado. ECR 498.4

No tengo seguridad de que mi vida dure mucho tiempo, pero siento que soy acepta al Señor. El sabe lo mucho que he sufrido al presenciar las bajas normas de vida adoptadas por los así llamados cristianos. He sentido que era imperativo que la verdad se viera en mi vida y que mi testimonio alcanzase a la gente. Deseo que hagáis todo lo que podáis para colocar mis escritos en manos de la gente en tierras extranjeras. ECR 499.1

Decid a los jóvenes que ellos han tenido muchas ventajas espirituales. Dios quiere que hagan fervientes esfuerzos para presentar la verdad a la gente. Tengo la impresión de que es mi especial deber decir estas cosas.—The Review and Herald, 15 de abril de 1915. Reproducido en Fundamentals of Christian Education, 547-549. ECR 499.2