La Educación Cristiana

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Tarifas demasiado bajas

En algunos de nuestros colegios las tarifas de la enseñanza han sido demasiado bajas. Esto ha sido, en muchos sentidos, perjudicial para la obra educacional. Ha ocasionado deudas desalentadoras; ha arrojado sobre la administración la constante sospecha de malos cálculos, falta de economía y planes desacertados; ha sido muy desalentador para los docentes e induce a exigir precios proporcionalmente bajos en otros colegios. Cualquiera que haya sido el propósito al establecer la tarifa de la enseñanza en una suma menor que el costo de mantenimiento, el hecho de que un colegio se haya endeudado mucho constituye razón suficiente para reconsiderar los planes y fijar los precios de modo que en lo futuro las cosas vayan mejor. La cantidad cobrada por la enseñanza, pensión y residencia debiera bastar para el pago de los sueldos del personal docente, para surtir la mesa con abundancia de alimentos saludables y nutritivos, para conservar el moblaje de las habitaciones, para conservar reparado el edificio y hacer frente a otros gastos corrientes que sean necesarios. Este es un asunto importante y no demanda un cálculo estrecho sino una investigación consumada. Se necesita el consejo del Señor. La escuela debiera tener ingresos suficientes no sólo para pagar los gastos corrientes que son necesarios, sino también para proporcionar a los alumnos durante el curso escolar algunas cosas esenciales para su trabajo. ECR 445.2

No se deben dejar acumular las deudas año tras año. La clase de educación más alta que pueda darse es la consistente en evitar las deudas tanto como se evitaría la enfermedad. Cuando pasa un año tras otro y no hay señales de que la deuda disminuya, sino más bien de que aumente, debe hacerse un alto. Digan los administradores: “Nos negamos a dirigir el colegio por más tiempo a no ser que se idee algún sistema seguro”. Será mejor, sí, mucho mejor, cerrar el colegio hasta que los administradores aprendan la ciencia de hacerlo marchar sobre bases de solvencia. Por causa de Cristo, como pueblo escogido de Dios, dedicaos a la tarea de establecer un sólido sistema financiero en nuestros colegios. ECR 446.1

Siempre que sea necesario elevar las tarifas, sométase primeramente el asunto a los patrocinadores de la institución, mostrándoles que los precios han sido fijados demasiado bajos y que, como resultado, las deudas se acumulan y estorban la obra. El aumentar debidamente los precios de la enseñanza disminuirá posiblemente la asistencia; pero una gran asistencia no debiera causar tanto regocijo como el estar libres de deuda. ECR 446.2

Uno de los resultados de los bajos precios de la enseñanza que regían en Battle Creek ha sido la reunión en un solo sitio de un mayor número de estudiantes y de familias que el aconsejado por la prudencia. Si los dos tercios de las personas de Battle Creek fueran plantas del Señor en otras localidades, tendrían lugar para crecer. Se habrían visto mayores resultados si una parte del tiempo y de la energía que se dedicó a conservar en buenas condiciones higiénicas el gran colegio de Battle Creek se hubiese empleado en colegios de otras localidades donde hay sitio para ocupaciones agrícolas que podrían fomentarse como una parte de la educación. Si hubiese habido voluntad para seguir los caminos del Señor y sus planes, muchos establecimientos estarían ahora creciendo en otros lugares. ECR 446.3

Vez tras vez nos ha llegado la palabra del Senor diciéndonos que debieran levantarse capillas y escuelas en otras localidades, que había ya excesivas responsabilidades en un solo lugar. La instrucción dada es: Salga la gente de los grandes centros y establezca intereses en otros lugares. Si se hubiese prestado oído a esta instrucción, si hubiese habido una distribución de medios y facilidades, el dinero empleado en los edificios adicionales del Colegio de Battle Creek hubiera alcanzado con holgura para dos nuevos edificios en otras localidades y el árbol hubiera crecido y llevado fruto en forma que no ha sido posible porque los hombres prefirieron seguir su propia sabiduría. ECR 447.1

Nuestros hermanos dicen que de parte de pastores y padres llegan indicaciones suplicantes de que veintenas de jóvenes de nuestras filas necesitan los beneficios de nuestros colegios preparatorios y no pueden asistir a menos que sea baja la tarifa de la enseñanza. Pero aquellos que abogan por precios reducidos debieran pesar el asunto con cuidado en todas sus fases. Si los alumnos no pueden disponer por sí mismos de medios suficientes para pagar los gastos reales de un buen trabajo para su educación, ¿no es mejor que sus padres, sus amigos, las iglesias a que pertenecen o hermanos generosos de su asociación les ayuden en vez de dejar pesar una deuda sobre el colegio? Será mucho mejor que los muchos clientes de la institución compartan los gastos y no que el colegio funcione con deudas. ECR 447.2

Se han de idear métodos para impedir la acumulación de deudas sobre nuestras instituciones. No debe hacerse sufrir a la causa entera por deudas que no se cancelarán a menos que haya un cambio completo y la obra se rija por principios diferentes. Que todos los que han tenido una parte en atraer sobre sí esta nube de deudas, sientan ahora que es su deber hacer todo cuanto puedan para hacerla desaparecer. ECR 447.3