La Educación

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Los instrumentos del amor

Los instrumentos del amor tienen un poder maravilloso, porque son divinos. La respuesta suave que “quita la ira”; el amor que “es sufrido” y “es benigno”; el amor que “cubrirá multitud de pecados”3; si aprendiéramos esta lección ¡qué poder sanador llenaría nuestras vidas! La vida sería transformada y la tierra llegaría a ser la misma semejanza y el goce anticipado del cielo. ED 102.1

Estas preciosas lecciones enseñadas de un modo sencillo, pueden ser comprendidas hasta por los niñitos. El corazón del niño es tierno y fácil de impresionar, y cuando nosotros, que somos mayores, lleguemos a ser “como niños”4, cuando aprendamos la sencillez, la dulzura y el tierno amor del Salvador, no hallaremos difícil tocar el corazón de los pequeños y enseñarles el misterio sanador del amor. ED 102.2

La perfección existe en todas las obras de Dios, sean pequeñas o grandes. La misma mano que sostiene los mundos en el espacio, da forma a las flores del campo. Examinad bajo el microscopio las flores más pequeñas y comunes que crecen junto al camino, y notad en todas sus partes cuán exquisita es su belleza y perfección. Del mismo modo puede hallarse verdadera excelencia en la más humilde responsabilidad; las tareas más comunes, hechas con fidelidad amante, son hermosas a la vista de Dios. La atención concienzuda que se presta a las cosas pequeñas nos hará colaboradores con él y nos ganará el elogio de Aquel que ve y sabe todo. ED 102.3

El arcoíris que atraviesa los cielos con su arco de luz es una prenda del “pacto perpetuo entre Dios y todo ser viviente”5. Y el arcoíris que rodea el trono de lo alto es también para los hijos de Dios una prenda de su pacto de paz. ED 102.4

Así como el arco en las nubes es el resultado de la unión de la luz del sol y la lluvia, el arco que hay sobre el trono de Dios representa la unión de su misericordia y su justicia. Dios dice al alma pecadora pero arrepentida: Vive: Para ti se “halló redención”6. ED 102.5

“Porque esto me será como en los días de Noé, cuando juré que nunca más las aguas de Noé pasarían sobre la tierra. Asimismo he jurado que no me enojaré contra ti, ni te reñiré. Porque los montes se moverán y los collados temblarán, pero no se apartará de ti mi misericordia ni el pacto de mi paz se romperá, dice Jehová, el que tiene misericordia de tí”7. ED 103.1