Alza tus Ojos

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Promesa de ayuda divina, 15 de agosto

Entonces invocarás, y te oirá Jehová; clamarás, y dirá él: Heme aquí. Si quitares de en medio de ti el yugo, el dedo amenazador, y el hablar vanidad. Isaías 58:9. ATO 239.1

Anoche tuve una experiencia maravillosa. Estaba [en las visiones de la noche] en una reunión donde se formulaban preguntas y se las respondía. Me desperté a la una y me levanté. Por un momento caminé por la habitación, orando fervientemente por claridad mental, por fortaleza para mi vista y para poder escribir las cosas que debían escribirse. Supliqué al Señor que me ayudara a dar un testimonio que despertara a su pueblo antes que fuese demasiado tarde. Me alegraba de que no hubiera nadie en la habitación debajo de la mía. Sara [McEnterfer] y Maggie [Hare] generalmente ocupan esa habitación, pero durante el verano duermen en una carpa armada debajo de un gran roble que crece cerca de la casa... ATO 239.2

Nos estamos aproximando al final de la historia de la tierra, y los diferentes lineamientos de la obra de Dios han de llevarse a cabo con mucho más sacrificio propio que el que se ha hecho hasta ahora. La obra para estos últimos días es una obra misionera. La verdad presente, desde la primera letra del abecedario hasta la última, significa esfuerzo misionero. La tarea que debe realizarse demanda renunciamiento en cada paso que se dé hacia adelante. Los obreros han de salir de la tribulación purificados y refinados, como el oro probado en el fuego... ATO 239.3

No puedo escribir ahora todas las instrucciones que se me dieron. Se pronunciaron estas palabras: “Algunos son imprudentes, insensibles a los resultados del pecado, indiferentes a las advertencias. Pronto se leerá la escritura en la pared, ahora ininteligible para ellos. Pero, al igual que Belsasar, parecen incapaces de ver su peligro. Un testimonio directo debe dirigirse a nuestras iglesias e instituciones para despertar a los que duermen”. ATO 239.4

Cuando se busca la palabra del Señor y se la sigue, se logra un progreso constante. Veamos ahora nuestra gran necesidad. El Señor no puede usamos hasta que insufle vida en nuestros huesos secos... ATO 239.5

La experiencia que tuve anoche me impresionó profundamente. Parecía tener a Cristo muy cerca, a mi lado. Estaba henchida de esperanza, valor, fe y amor por las almas. Le rogué a Dios que me sostuviera, y me levantó y me hizo triunfar en El. Sé que el Señor obrará en favor de su pueblo cuando éste santifique sus almas por medio de la obediencia a la verdad. Entonces el ser entero, cuerpo, mente y alma estarán en armonía con Dios. Amando a Dios por sobre todas las cosas y a nuestro prójimo como a nosotros mismos poseeremos una libertad coronada de gloria. ATO 239.6

“Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman”. 1 Corintios 2:9.—Carta 130, del 15 de agosto de 1902, dirigida a Edson White.* ATO 239.7