Cada Día con Dios

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Poned la mira en el cielo, 8 de octubre

Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria. Colosenses 3:2-4. CDCD 288.1

Debemos tener un concepto más amplio del Salvador, como “Señor y Cristo”. “Todo poder” se le ha dado para que a su vez lo dé a los que creen en su nombre. Apenas reconocemos su derecho a nuestro homenaje y obediencia, y a nuestra creciente fe en él... CDCD 288.2

“Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto. Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos. La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales”. Colosenses 3:12-16... CDCD 288.3

Sométase a la disciplina de Cristo. Déjese conducir por su Palabra. Preste atención a esta instrucción suya: “Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas”. Mateo 11:29. CDCD 288.4

Insto a las iglesias en todas partes que hagan una obra cabal, teniendo en vista la eternidad, mediante la confesión y el abandono del pecado. “Todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder”. 2 Pedro 1:3. ¿Qué significa esto? “Mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia” (Ibid). “Nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria”. 2 Corintios 3:18. CDCD 288.5

Sólo Dios y Cristo saben cuánto costaron las almas de los hombres. Por causa de nosotros el Hijo de Dios se hizo pobre, para que mediante su pobreza pudiéramos ser enriquecidos con los tesoros eternos. Su amor no tiene parangón.—Carta 318, del 8 de octubre de 1907, dirigida al pastor 0. A. Olsen, presidente de la Unión Australasiana. CDCD 288.6