Consejos para la Iglesia

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Capítulo 14—Los Testimonios para la iglesia

A medida que se acerca el fin, y la obra de dar la última amonestación al mundo se extiende, resulta más importante para los que aceptan la verdad presente tener una clara comprensión de la naturaleza e influencia de los Testimonios, que en su providencia Dios vinculó con la obra del mensaje del tercer ángel desde su mismo nacimiento.1 CPI 162.1

En los tiempos antiguos Dios habló a los hombres por la boca de los profetas y apóstoles. En estos días les habla por los Testimonios de su Espíritu. Nunca hubo un tiempo en que Dios instruyera a su pueblo más fervientemente de lo que lo instruye ahora acerca de su voluntad y de la conducta que quiere que siga... CPI 162.2

Las amonestaciones y los reproches no son dados a los que yerran entre los adventistas del séptimo día porque su vida merezca más censura que la de los que profesan ser cristianos en las iglesias nominales,... sino porque tienen gran luz, y han asumido por su profesión la posición de pueblo especial y escogido de Dios, teniendo su ley escrita en su corazón.2 CPI 162.3

Los mensajes que me eran dados para diferentes personas los escribía frecuentemente para ellas, haciéndolo en muchos casos en respuesta a su urgente pedido. A medida que mi obra se extendía, esto llegó a ser una parte importante y pesada de mis labores. CPI 163.1

En una visión que me fue dada hace como veinte años {1871} “me fue ordenado que presentara principios generales, al hablar y escribir, y que al mismo tiempo especificara los peligros, errores y pecados de algunas personas, para que todos pudiesen ser amonestados, reprendidos y aconsejados. Vi que todos deben escudriñar su corazón y su vida detenidamente, para ver si no han cometido los mismos errores por los cuales otros fueron corregidos, y si las amonestaciones dadas para otros no se aplican a su propio caso. Si así sucede, deben sentir que las reprensiones y el consejo fueron dados especialmente para ellos, y deben darles una aplicación tan práctica como si se les hubiesen dirigido especialmente. Dios quiere probar la fe de todos los que aseveran seguir a Cristo. El probará la sinceridad de las oraciones de todos aquellos que aseveran desear fervientemente conocer su deber. Les presentará claramente su deber. Les dará amplia oportunidad de desarrollar lo que está en su corazón”. CPI 163.2

El Señor reprende y corrige a aquellos que profesan guardar su ley. Les señala sus pecados y les revela su iniquidad, porque desea que se separen de todo pecado e iniquidad, a fin de poder perfeccionar la santidad en su temor. Los reprende y corrige, a fin de que sean refinados, santificados, elevados y finalmente exaltados a su propio trono.3 CPI 163.3