Consejos para la Iglesia

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Capítulo 44—La organización de la iglesia

Alguien debe cumplir la comisión de Cristo; alguien debe continuar la obra que él comenzó a hacer en la tierra; y ese privilegio se le ha dado a la iglesia. Fue organizada para este propósito.1 CPI 440.1

Los pastores deben amar el orden, y deben disciplinarse a sí mismos, y entonces podrán disciplinar con éxito a la iglesia de Dios, para enseñarle a trabajar en forma armoniosa, como una compañía de soldados bien ejercitados. Si la disciplina y el orden son necesarios para el éxito en el campo de batalla, tanto más necesarios son en la guerra en la cual estamos empeñados, cuanto el objetivo que ha de ser ganado es de mayor valor y de más elevado carácter que el objetivo por el cual las fuerzas opositoras contienden en el campo de batalla. En el conflicto en el cual estamos empeñados se hallan en juego intereses eternos.2 CPI 440.2

Los ángeles trabajan en forma armoniosa. Un orden perfecto caracteriza todos sus movimientos. Cuanto más de cerca imitemos la armonía y el orden de la hueste angelical, más éxito tendrán los esfuerzos de estos agentes celestiales en nuestro favor. Los que tienen la unción de lo alto estimularán el orden, la disciplina y la unidad de acción y entonces los ángeles de Dios podrán cooperar con ellos. Pero nunca, nunca estos mensajeros celestiales respaldarán la irregularidad, la desorganización y el desorden. Todos estos males son el resultado de los esfuerzos de Satanás para debilitar nuestras fuerzas, para destruir nuestro valor, y para impedir el éxito de la acción. CPI 440.3

Satanás sabe bien que el éxito puede acompañar únicamente al orden y la acción armoniosa. Bien sabe que todo lo que está relacionado con el cielo está en perfecto orden, que la sujeción y la disciplina señalan los movimientos de la hueste angelical. Es su firme propósito apartar a los profesos cristianos tanto como sea posible del orden del cielo; por lo tanto, engaña aun a los que profesan ser hijos de Dios y les hace creer que el orden y la disciplina son enemigos de la espiritualidad, que la única seguridad para ellos consiste en permitir que cada uno siga su propia conducta, y en permanecer especialmente distintos de los cuerpos de cristianos que están unidos y trabajan para establecer la disciplina y la armonía de acción. Todos los esfuerzos hechos para establecer el orden son considerados peligrosos, una restricción de la libertad que es lícito gozar, y por lo tanto se los teme como papismo. Estas almas tan celosas consideran que es una virtud jactarse de su libertad para pensar y actuar en forma independiente. No aceptan indicaciones de nadie. No se consideran responsables ante ningún hombre. Se me mostró que es la obra especial de Satanás inducir a los hombres a sentir que Dios les ha ordenado hacer cosas por su cuenta y escoger su propia forma de obrar independientemente de sus hermanos.3 CPI 441.1

Dios ha hecho de su iglesia en la tierra un canal de luz, y por su medio comunica sus propósitos y su voluntad. No le da a uno de sus siervos una experiencia distinta a la del resto de la iglesia y contraria a ella. Ni da a conocer a un solo hombre su voluntad con respecto a la iglesia, mientras deja a ésta—el cuerpo de Cristo—en tinieblas. En su providencia, pone a sus siervos en estrecha relación con su iglesia, a fin de que tengan menos confianza en sí mismos y más confianza en otros a quienes está guiando para promover su obra.4 CPI 441.2