Consejos Sobre el Régimen Alimenticio

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Un llamado a los vacilantes

37. El dejar de seguir los sanos principios ha echado a perder la historia del pueblo de Dios. Ha habido un descuido continuo en la reforma pro salud, y como resultado de ello Dios es deshonrado por una gran falta de espiritualidad. Se han erigido barreras que nunca se habrían visto si el pueblo de Dios hubiera andado en la luz. CRA 38.1

¿Permitiremos nosotros, los que hemos tenido tan grandes oportunidades, que la gente del mundo se nos adelante en la reforma pro salud? ¿Rebajaremos nuestras mentes y abusaremos de nuestras facultades con una forma equivocada de comer? ¿Violaremos la santa ley de Dios siguiendo prácticas egoístas? ¿Llegará nuestra inconsecuencia a ser un objeto de oprobio? ¿Viviremos una vida tan diferente de la de Cristo que el Salvador se avergonzará de llamarnos hermanos? CRA 38.2

¿No haremos en cambio la obra médico-misionera, que es el Evangelio en acción, viviendo de tal manera que la paz de Dios pueda dominar en nuestro corazón? ¿No quitaremos todo obstáculo que esté ante los pies de los no creyentes, recordando siempre qué es lo que cuadra a una profesión de cristianismo? Mucho mejor es abandonar el nombre de Cristo que hacer profesión y al mismo tiempo complacer los apetitos que fortalecen las pasiones no santificadas. CRA 38.3

Dios exige que todo miembro de la iglesia dedique su vida sin reservas al servicio del Señor. El pide una reforma decidida. Toda la creación gime bajo la maldición. Los hijos de Dios deben colocarse a sí mismos donde puedan crecer en la gracia, siendo santificados en cuerpo, alma y espíritu, por la verdad. Cuando rompan con toda complacencia destructora de la salud, tendrán una percepción más clara de lo que constituye la verdadera santidad. Un cambio poderoso se verá en su experiencia religiosa.—The Review and Herald, 27 de mayo de 1902; Counsels on Health, 578, 579. CRA 38.4