Consejos Sobre el Régimen Alimenticio

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Como el maná

397. Durante la noche pasada, me fueron reveladas muchas cosas. La fabricación y venta de productos alimenticios sanos debe ser objeto de consideración cuidadosa y mucha oración. CRA 315.2

Hay en muchos lugares personas a quienes el Señor comunicará ciertamente conocimiento acerca de cómo preparar alimentos sanos y apetitosos, si él ve que están dispuestas a usar con justicia este conocimiento. Los animales están enfermando cada vez más, y no transcurrirá mucho tiempo antes de que los alimentos de origen animal sean descartados por muchos además de los adventistas del séptimo día. Se han de preparar alimentos sanos, capaces de sostener la vida, a fin de que hombres y mujeres no necesiten comer carne. CRA 315.3

El Señor enseñará a muchos en todas partes del mundo a combinar las frutas, los cereales y las verduras en alimentos que sostengan la vida y no comuniquen enfermedad. Personas que nunca han visto las recetas para hacer los alimentos sanos que ya están en venta, trabajarán con inteligencia, experimentarán con los productos alimenticios de la tierra, y recibirán información acerca del uso de estos productos. El Señor les mostrará lo que deben hacer. CRA 315.4

El que da habilidad y comprensión a su pueblo en una parte del mundo, se la comunicará también a su pueblo en otras partes del mundo. Es su designio que los tesoros alimenticios de cada país sean preparados de tal manera que puedan usarse en los países para los cuales son apropiados. Como Dios dio maná del cielo para sostener a los hijos de Israel, dará a su pueblo en diferentes lugares habilidad y sabiduría para usar los productos de esos países en la preparación de alimentos que reemplacen la carne.—Joyas de los Testimonios 3:132 (1902). CRA 316.1

398. El mismo Dios que dio a los hijos de Israel maná del cielo vive y reina. El dará capacidad y entendimiento en la preparación de alimentos saludables. El guiará a sus hijos en la preparación de alimentos sanos. El desea que ellos vean lo que pueden hacer en la preparación de tales alimentos, no sólo para sus propias familias, lo cual constituye su primera responsabilidad, sino para ayudar a los pobres. Ellos han de demostrar una liberalidad semejante a la de Cristo, y han de darse cuenta de que son representantes de Dios, y de que todo lo que tienen les ha sido concedido por él.—Carta 25, 1902. CRA 316.2