Consejos Sobre el Régimen Alimenticio

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La carrera cristiana

32. “¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible”. 1 Corintios 9:24, 25. CRA 30.3

Aquí se establecen los buenos resultados del dominio propio y los hábitos temperantes. Los diversos juegos atléticos instituidos entre los antiguos griegos en honor de sus dioses, nos son presentados por el apóstol Pablo para ilustrar la lucha espiritual y su recompensa. Los que debían participar en estos juegos eran entrenados en base a la más severa disciplina. Toda complacencia que tendía a debilitar las facultades físicas era prohibida. Los alimentos de lujo y el vino eran excluidos, a fin de promover el vigor, la fortaleza y la resistencia física. CRA 31.1

El ganar el premio por el cual luchaban—una guirnalda de flores corruptible, conseguida en medio del aplauso de la multitud—era considerado como el más alto honor. Si tanto podía soportarse, y tanta abnegación practicarse con la esperanza de obtener un premio de tan poco valor, que en el mejor de los casos podía ser logrado sólo por uno, ¡cuánto mayor no debe ser el sacrificio, cuánto más voluntaria la abnegación para ganar una corona incorruptible, para conquistar la vida eterna! CRA 31.2

Hay una obra que debemos hacer: una obra dura, ferviente. Todos nuestros hábitos, nuestros gustos e inclinaciones deben ser educados de acuerdo con las leyes de la vida y la salud. Por este medio debemos obtener las mejores condiciones físicas, y tener claridad mental para discernir entre el bien y el mal.—Christian Temperance and Bible Hygiene, 25 (1890). CRA 31.3