Joyas de los Testimonios 1

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“No puedo ir” *

Yo hago una grande obra—dice Nehemías,—y no puedo ir; porque cesaría la obra, dejándola yo para ir a vosotros.” Nehemías 6:3. 1JT 430.1

El 3 de enero de 1875, me fué mostrado* que el pueblo de Dios no debe cejar por un momento en su vigilancia. Satanás nos sigue la pista. Está resuelto a vencer con sus tentaciones al pueblo que guarda los mandamientos de Dios. Si no le damos lugar, sino que resistimos sus designios, firmes en la fe, tendremos fuerza para apartarnos de toda iniquidad. Los que guardan los mandamientos de Dios serán un poder en la tierra, si viven a la altura de su luz y sus privilegios. Pueden ser modelos de piedad, santos de corazón y conversación. No gozaremos de comodidad, para que no cesemos de orar y ser vigilantes. A medida que se acerca el tiempo en que Cristo ha de revelarse en las nubes de los cielos, las tentaciones de Satanás se intensificarán para con aquellos que guardan los mandamientos de Dios; porque él sabe que su tiempo es corto. 1JT 430.2

Satanás realizará su obra por medio de agentes. Los ministros que aborrecen la ley de Dios emplearán cualquier medio de que dispongan para desviar las almas de su lealtad a Dios. Nuestros peores enemigos se hallarán entre los adventistas del primer día. Su corazón está plenamente resuelto a hacer guerra contra los que guardan los mandamientos de Dios y tienen la fe de Jesús. Esta clase considera que es una virtud hablar, escribir y actuar con el más acerbo odio contra nosotros. No necesitamos esperar un trato justo de su parte. A muchos de ellos Satanás les inspira una insana iracundia contra los que guardan los mandamientos de Dios. Seremos vilipendiados y calumniados; todos nuestros motivos y actos serán mal juzgados y se atacará nuestro carácter. De esta manera se manifestará la ira del dragón. Pero vi que no debemos desanimarnos. Nuestra fuerza está en Jesús, nuestro Abogado. Si con humildad confiamos en Dios y nos aferramos a sus promesas, nos dará gracia y sabiduría celestial para resistir todas las trampas de Satanás y salir vencedores. 1JT 431.1