Joyas de los Testimonios 2

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Desconfiad de todas las enseñanzas erróneas*

Cuando Satanás empezó a sentirse desconforme en el cielo, no presentó su queja delante de Dios y de Cristo; sino que fué entre los ángeles que le creían perfecto, y les hizo creer que Dios le había hecho una injusticia al preferir a Cristo. El resultado de esa falsa representación fué que por simpatía con él, una tercera parte de los ángeles perdió su inocencia, su elevada condición y su feliz hogar. Satanás está instigando a los hombres a continuar en la tierra la misma obra de celos y malas sospechas que él inició en el cielo. ... 2JT 103.1

Dios no ha pasado por alto a su pueblo ni ha elegido a un hombre solitario aquí y otro allí como los únicos dignos de que les sea confiada su verdad. No da a un hombre una nueva luz contraria a la fe establecida del cuerpo. En todas las reformas se han levantado hombres que aseveraban esto. Pablo amonestó a la iglesia de su tiempo: “Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas, para llevar discípulos tras sí.” Hechos 20:30. El mayor daño que pueda recibir el pueblo de Dios proviene de aquellos que salen de él hablando cosas perversas. Por su medio queda vilipendiado el camino de la verdad. 2JT 103.2

Nadie debe tener confianza en sí mismo, como si Dios le hubiese dado una luz especial más que a sus hermanos. Se nos representa a Cristo como morando en su pueblo; y a los creyentes como “edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo; en el cual, compaginado todo el edificio, va creciendo para ser un templo santo en el Señor: en el cual vosotros también sois juntamente edificados, para morada de Dios en Espíritu.” “Yo pues, preso en el Señor—dice Pablo,—os ruego que andéis como es digno de la vocación con que sois llamados; con toda humildad y mansedumbre, con paciencia soportando los unos a los otros en amor; solícitos a guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz. Un cuerpo, y un Espíritu; como sois también llamados a una misma esperanza de vuestra vocación: un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todas las cosas, y por todas las cosas, y en todos vosotros.” Efesios 2:20-22; 4:1-6. 2JT 103.3

Lo que el Hno. D***llama luz es aparentemente inofensivo y no se diría que alguien pudiese verse perjudicado por ello. Pero, hermanos, es idea y cuña de entrada de Satanás. Esto ha sido probado vez tras vez. Uno acepta alguna idea nueva y original que no parece estar en conflicto con la verdad. Se espacia en ella hasta que le parece que está revestida de belleza e importancia, porque Satanás tiene poder para dar esa falsa apariencia. Al fin llega a ser el tema que lo absorbe todo, el único gran punto alrededor del cual gira todo, y la verdad queda desarraigada del corazón. 2JT 104.1

Apenas se inician en su mente ideas erráticas, el Hno. D***empieza a perder la fe, y a poner en duda la obra del Espíritu que se ha manifestado entre nosotros durante tantos años. No es un hombre que haya de albergar lo que él llama luz especial sin impartirla a otros; por lo tanto no hay seguridad en darle una influencia que le capacitará para desequilibrar a otras mentes. Es abrir una puerta por la cual Satanás hará penetrar muchos errores que distraigan la mente de la importancia de la verdad para este tiempo. Hermanos, como embajadora de Cristo, os amonesto a que desconfiéis de estas cuestiones laterales, que tienden a distraer la mente de la verdad. Nunca es el error inofensivo ni santifica, sino que siempre es peligroso y produce confusión y disensión. El enemigo ejerce gran poder sobre las mentes que no están cabalmente fortalecidas por la oración y establecidas en la verdad bíblica. 2JT 104.2

Hay mil tentaciones disfrazadas y preparadas para aquellos que tienen la luz de la verdad; y la única seguridad para cualquiera de nosotros consiste en no recibir ninguna nueva doctrina, ninguna nueva interpretación de las Escrituras, sin someterla primero a hermanos de experiencia. Presentádsela con un espíritu humilde y dispuesto a recibir enseñanza, con ferviente oración, y si ellos no la aceptan, ateneos a su juicio; porque “en la multidud de consejeros hay salud.” Proverbios 11:14. 2JT 105.1