Joyas de los Testimonios 2

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Ventajas de hallarse en el campo

Las razones que en algunos lugares nos han inducido a alejarnos de las ciudades y situar nuestras escuelas en el campo, se adaptan bien a las escuelas que establezcamos en otros lugares. El gastar dinero en construcciones adicionales cuando una escuela está ya muy endeudada, no está de acuerdo con el plan de Dios. Si el dinero que nuestras escuelas más grandes emplearon en edificios costosos se hubiese invertido en la adquisición de terreno donde los alumnos pudiesen haber recibido una educación apropiada, no habría ahora un número tan grande de alumnos luchando bajo la carga de una deuda creciente, y la obra de dichas instituciones se hallaría en una condición más próspera. Si se hubiese seguido esa conducta, habría habido algunas quejas de parte de los alumnos y muchas objeciones de parte de los padres; pero los alumnos habrían obtenido una educación cabal que los hubiese preparado no solamente para la labor práctica en oficios diversos sino para un lugar en la labranza del Señor en la tierra renovada. 2JT 443.1

Si todas nuestras escuelas hubiesen fomentado el trabajo en los ramos de la agricultura, habrían alcanzado resultados muy diferentes. No habría tan grandes desalientos. Se habrían vencido las influencias opositoras; habrían cambiado las condiciones financieras. En cuanto a los alumnos, el trabajo habría sido equilibrado, y estando toda la maquinaria humana cargada proporcionalmente, se habría desarrollado mayor fuerza física y mental. Pero la instrucción que el Señor tuvo a bien dar se acogió tan tibiamente que no se han vencido los obstáculos. 2JT 443.2

Revela cobardía el avanzar con tanta lentitud e incertidumbre en lo tocante al trabajo, fase ésa que ha de suministrar la mejor clase de educación. Mirad la naturaleza. Hay sitio dentro de sus vastos límites para establecer escuelas donde los terrenos puedan ser preparados para la labranza y cultivados. Este trabajo es esencial para la educación que más favorece el progreso espiritual; pues la voz de la naturaleza es la voz de Cristo que nos enseña lecciones innumerables de amor, poder, sumisión y perseverancia. Algunos no aprecian el valor del trabajo agrícola. Estos no debieran hacer planes para nuestras escuelas; pues detendrían el avance de cualquier cosa en las direcciones debidas. En lo pasado su influencia ha sido un impedimento. 2JT 444.1