Joyas de los Testimonios 2

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El bautismo*

Los ritos del bautismo y de la cena del Señor son dos columnas monumentales, una fuera de la iglesia y la otra dentro de ella. Sobre estos ritos, Cristo ha inscrito el nombre del verdadero Dios. 2JT 389.1

Cristo ha hecho del bautismo la señal de entrada en su reino espiritual. Ha hecho de él una condición positiva que todos deben cumplir si desean ser considerados bajo la autoridad del Padre, del Hijo y el Espíritu Santo. Antes que el hombre pueda hallar hogar en la iglesia, antes de cruzar el umbral del reino espiritual de Dios, debe recibir la impresión del divino nombre: “Jehová, justicia nuestra.” Jeremías 23:6. 2JT 389.2

Por el bautismo se renuncia muy solemnemente al mundo. Los que son bautizados en el triple nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, al comienzo mismo de su vida cristiana declaran públicamente que han abandonado el servicio de Satanás y que han llegado a ser miembros de la familia real, hijos del Rey celestial. Han obedecido la orden: “Salid de en medio de ellos, y apartaos, ... y no toquéis lo inmundo.” Y para ellos se cumple la promesa: “Y seré a vosotros Padre, y vosotros me seréis a mí hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso.” 2 Corintios 6:17, 18. 2JT 389.3