Joyas de los Testimonios 2

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Los congresos*

Es importante que los miembros de nuestras iglesias asistan a nuestros congresos. Los enemigos de la verdad son muchos; y debido a que somos pocos, debemos presentar un frente tan sólido como sea posible. Necesitamos individualmente los beneficios del congreso, y Dios nos invita a formar en las filas de la verdad. 2JT 378.1

Algunos dirán: “Cuesta mucho viajar, y sería mejor que ahorrásemos el dinero y lo diésemos para el progreso de la obra donde tanto se necesita.” No razonéis así; Dios os invita a ocupar vuestro lugar entre las filas de su pueblo. Fortaleced la reunión en todo lo que podáis estando presentes con vuestras familias. Haced un esfuerzo especial para asistir a la congregación del pueblo de Dios. 2JT 378.2

Hermanos y hermanas, es mucho mejor que dejéis sufrir en algo vuestros negocios antes que descuidar la oportunidad de oír el mensaje que Dios tiene para vosotros. No presentéis excusa que os impida adquirir toda ventaja espiritual posible. Necesitáis todo rayo de luz. Necesitáis prepararos para dar una razón de la esperanza que hay en vosotros, con mansedumbre y temor. No podéis perder tal privilegio. 2JT 378.3

Antiguamente el Señor ordenó a su pueblo que se reuniese tres veces al año para rendirle culto. Los hijos de Israel acudían a estas santas convocaciones, trayendo a la casa de Dios sus diezmos, así como las ofrendas por el pecado y las de gratitud. Se reunían para relatar las misericordias de Dios, para conocer sus obras admirables, tributarle agradecimiento y alabar su nombre. Debían participar en el servicio de sacrificios que señalaba a Cristo como Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Así habían de preservarse del poder corruptor de la mundanalidad y la idolatría. La fe, el amor y la gratitud debían mantenerse vivos en su corazón, y al congregarse en ese servicio sagrado se vinculaban más estrechamente con Dios y unos con otros. 2JT 378.4

En los días de Cristo vastas muchedumbres provenientes de todos los países asistían a estas fiestas, y si las hubiesen observado como Dios quería, con espíritu de verdadero culto, la luz de la verdad podría haber sido dada por su intermedio a todas las naciones del mundo. 2JT 379.1

Los que residían lejos del tabernáculo debían ocupar más de un mes cada año para asistir a estas santas convocaciones. El Señor vió que estas reuniones eran necesarias para la vida espiritual de su pueblo. Las necesitaban para ser apartados de los cuidados mundanales, para comulgar con Dios y contemplar las realidades invisibles. 2JT 379.2

Si los hijos de Israel necesitaban el beneficio de estas santas convocaciones en su tiempo, ¡cuánto más lo necesitamos nosotros en estos últimos días de peligro y conflicto! Y si los habitantes del mundo necesitaban entonces la luz que Dios había confiado a su iglesia, ¡cuánto más la necesitan ahora! 2JT 379.3

Este es el momento en que cada uno debe subir en auxilio de Jehová contra los poderosos. Las fuerzas del enemigo se están vigorizando, y se calumnia a nuestro pueblo. Deseamos que la gente llegue a conocer nuestras doctrinas y nuestra obra. Queremos que sepan lo que somos y lo que creemos. Debemos penetrar en su corazón. Ocupe el ejército de Jehová el terreno para representar la obra y causa de Dios. No presentemos excusas. El Señor nos necesita. El no hace su obra sin la cooperación del agente humano. Id al congreso aun cuando ello os cueste un sacrificio. Id con la voluntad de trabajar. Y haced todo esfuerzo posible por inducir a vuestros amigos a ir, no en vuestro lugar, sino con vosotros, para estar de parte del Señor y obedecer sus mandamientos. Ayudad a aquellos que tienen interés en asistir, proveyéndoles, si es necesario, alimento y alojamiento. Os acompañarán los ángeles enviados para ministrar a los que han de heredar la salvación. Dios hará grandes cosas por su pueblo. Bendecirá todo esfuerzo hecho para honrar su causa y hacer progresar su obra. 2JT 379.4