Joyas de los Testimonios 2

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Se necesitan hombres como Caleb

Lo que necesitamos ahora son hombres como Caleb, hombres que sean fieles y veraces. La indolencia distingue demasiadas vidas actualmente. Esas personas apartan su hombro de la rueda cuando debieran perseverar y poner todas sus facultades en ejercicio activo. Ministro de Cristo: “Despiértate, tú que duermes, y levántate de los muertos, y te alumbrará Cristo.” Efesios 5:14. Vuestras labores tienen tanto sabor del yo que Cristo queda olvidado. Algunos de vosotros sois demasiado mimados y adulados. Como en los días de Noé, hay demasiada tendencia a comer y beber, plantar y edificar. El mundo ha robado las energías de los siervos de Cristo. Hermanos, si queréis que vuestra religión sea honrada por los incrédulos, honradla vosotros mismos mediante obras correspondientes. Por una estrecha relación con Dios y una estricta adhesión a la verdad bíblica frente a las dificultades y la presión del mundo, podéis infundir el espíritu de la verdad en el corazón de vuestros hijos de manera que obren eficazmente con vosotros como instrumentos en las manos de Dios para el bien. 2JT 29.2

Muchos están incapacitados para trabajar tanto mental como físicamente porque comen con exceso y satisfacen las pasiones concupiscentes. Las propensiones animales son fortalecidas, mientras que la naturaleza moral y espiritual queda debilitada. Cuando estemos en derredor del gran trono blanco, ¿qué informe presentará la vida de muchos? Entonces verán lo que podrían haber hecho si no hubiesen degradado las facultades que Dios les dió. Entonces comprenderán a qué altura de grandeza intelectual podrían haber alcanzado, si hubiesen dado a Dios toda la fuerza física y mental que les había confiado. En la agonía de su remordimiento, anhelarán poder volver a vivir de nuevo su vida. 2JT 30.1

Invito a aquellos que profesan ser portaantorchas—dechados del rebaño—a apartarse de toda iniquidad. Emplead bien el poco tiempo que os queda. ¿Tenéis esa firme confianza en Dios, esa consagración a su servicio, que hará que vuestra religión no falte frente a la más acerba persecución? El profundo amor de Dios es lo único que sostendrá al alma en medio de las pruebas que están por sobrecogernos. 2JT 30.2

La abnegación y la cruz son nuestra porción. ¿Las aceptaremos? Ninguno de nosotros necesita esperar que cuando vengan sobre nosotros las últimas grandes pruebas se desarrollará un espíritu abnegado y patriótico en un momento porque lo necesitamos. No, en verdad. Este espíritu debe fusionarse con nuestra experiencia diaria, e infundirse en la mente y el corazón de nuestros hijos, tanto por los preceptos como por el ejemplo. Las madres de Israel pueden no ser guerreras ellas mismas, pero pueden criar guerreros que se ciñan toda la armadura y peleen virilmente las batallas del Señor. 2JT 30.3