Joyas de los Testimonios 3

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El ejemplo de Felipe con Natanael

El caso de Felipe y Natanael es un ejemplo de la verdadera obra misionera. Felipe había visto a Jesús, y estaba convencido de que era el Mesías. Lleno de gozo, deseaba que sus amigos conociesen también las buenas nuevas. Deseaba que la verdad que le había traído tanto consuelo fuese compartida por Natanael. La gracia verdadera revelará siempre su presencia en el corazón difundiéndose. Felipe fué a buscar a Natanael, y cuando le llamó, éste contestó desde el lugar donde oraba bajo la higuera. Natanael no había tenido oportunidad de escuchar las palabras de Jesús, pero había sido atraído a él en espíritu. Anhelaba recibir luz, y estaba en ese momento orando sinceramente por ella. Felipe exclamó con gozo: “Hemos hallado a aquel de quien escribió Moisés en la ley, y los profetas: a Jesús, de Nazaret.” Juan 1:45. A la invitación de Felipe, Natanael buscó y halló al Salvador, y a su vez se unió a la obra de ganar almas para Cristo. 3JT 61.3

Uno de los medios más eficaces por los cuales se puede comunicar la luz, es por el esfuerzo privado y personal. En el círculo de la familia, en los hogares de nuestros vecinos, al lado de los enfermos, muy quedamente podemos leer las Escrituras y decir una palabra en favor de Jesús y la verdad. Así podemos sembrar una semilla preciosa que brotará y dará fruto. 3JT 62.1