Joyas de los Testimonios 3

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Una palabra personal

Anhelaría dedicarme personalmente al trabajo ferviente en el campo, y me dedicaría por cierto más a la obra en público, si no creyese que a mi edad no es prudente abusar de las fuerzas físicas. Tengo una obra que hacer en lo que se refiere a comunicar a la iglesia y al mundo la luz que me ha sido confiada a través de los años durante los cuales se ha estado proclamando el mensaje del tercer ángel. Mi corazón rebosa del más ferviente deseo de presentar esta verdad a todos aquellos a quienes se pueda alcanzar. Y estoy todavía desempeñando una parte en la preparación de materiales que han de ser publicados. Pero tengo que obrar muy cuidadosamente, no sea que me ponga en situación de no poder escribir en absoluto. No sé cuánto tiempo podré vivir, pero no sufre mi salud los achaques que podría sufrir. 3JT 437.2

Después del congreso de la Asociación General de 1909, pasé varias semanas asistiendo a congresos y otras reuniones generales, y visitando diversas instituciones en la Nueva Inglaterra, los estados centrales de los Estados Unidos y del medio oeste. Al regresar a mi casa de California, reanudé el trabajo de preparar material para la prensa. Durante los últimos cuatro años he escrito comparativamente pocas cartas. La fuerza que me queda la he dedicado mayormente a completar el importante trabajo con los libros. 3JT 437.3

Ocasionalmente he asistido a reuniones, y he visitado instituciones de California, pero la mayor parte del tiempo transcurrido desde el último congreso de la Asociación General lo he dedicado a trabajar con los manuscritos en mi casa de campo, Elmshaven, cerca de Santa Elena. 3JT 438.1

Siento agradecimiento porque el Señor conserva mi vida para trabajar un poco más en mis libros. ¡Ojalá que tuviese la fuerza de hacer todo lo que veo debiera hacer! Ruego que me imparta sabiduría, para que las verdades que tanto necesita nuestro pueblo puedan ser presentadas en forma clara y aceptable. Me siento animada a creer que Dios me capacitará para hacer esto. 3JT 438.2

Mi interés en la obra en general sigue tan profundo como en cualquier momento anterior, y deseo muchísimo que la causa de la verdad presente progrese firmemente en todas partes del mundo. Pero creo que no sería prudente intentar mucho trabajo en público mientras que el trabajo con los libros exige que lo vigile. Me ayudan algunos de los mejores obreros, los que en la providencia de Dios estuvieron relacionados conmigo en Australia, juntamente con otros que se me han unido desde que regresé a Estados Unidos. Doy gracias al Señor por estos auxiliares. Estamos todos muy ocupados haciendo lo mejor que podemos para preparar material que debe ser publicado. Quiero que la luz de la verdad vaya a todo lugar, para que ilumine a los que ahora ignoran las razones de nuestra fe. Hay días en que mis ojos me molestan y hasta me hacen sufrir mucho. Pero alabo al Señor porque me conserva la vista. A mi edad no sería extraño si no pudiese usar los ojos en absoluto. 3JT 438.3

Siento más agradecimiento del que puedo expresar por el aliento del Espíritu del Señor, por el consuelo y la gracia que continúa dándome, porque me concede fuerza y oportunidad para impartir valor y ayuda a su pueblo. Mientras el Señor me conserve la vida, le seré fiel y leal, procurando hacer su voluntad y glorificar su nombre. El Señor aumente mi fe, para que pueda seguir adelante conociéndole y haciendo su voluntad más perfectamente. El Señor es bueno y muy digno de alabanza. 3JT 438.4