Joyas de los Testimonios 3

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La preparación de obreros

Si el Señor habló alguna vez por mi intermedio, lo hace ahora cuando digo que los obreros que se dedican a los ramos de la educación, la predicación o el trabajo médico misionero, deben estar unidos como un solo hombre, trabajando todos juntos bajo la dirección de Dios, ayudándose y beneficiándose mutuamente. 3JT 368.3

Los que estén relacionados con nuestras escuelas y sanatorios deben trabajar con entusiasmo. La obra cumplida bajo el ministerio del Espíritu Santo y por amor a Dios y a la humanidad, recibirá el sello divino y hará impresión en la mente de los hombres. 3JT 368.4

El Señor invita a nuestros jóvenes a ingresar en nuestras escuelas, y a prepararse rápidamente para servirle. Deben establecerse escuelas en diferentes lugares, fuera de las ciudades, donde nuestra juventud pueda recibir una educación que la prepare para la evangelización y la obra médico misionera. 3JT 369.1

Debe darse al Señor ocasión de mostrar a los hombres su deber y de obrar en sus mentes. Nadie debiera comprometerse a trabajar, durante un determinado número de años, bajo la dirección de un grupo de hombres o en algún ramo especial de la obra del Maestro; porque el Señor mismo llamará a los hombres, como llamó antaño a los humildes pescadores, y les indicará él mismo su campo de labor y los métodos que deben seguir. Llamará a hombres que dejarán el arado y otras ocupaciones para dar la última nota de advertencia a las almas que perecen. Muchas maneras hay de trabajar para el Maestro; el gran Instructor despertará la inteligencia de esos hombres y les hará ver en su Palabra cosas maravillosas. 3JT 369.2