Joyas de los Testimonios 3

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Responsabilidad de los dirigentes de la iglesia

Los hombres que llevan responsabilidades en las iglesias de nuestras asociaciones tienen una obra especial que cumplir en favor de nuestra juventud. Cuando los miembros dirigentes de nuestras iglesias descubran jóvenes promisorios, deseosos de prepararse para servir útilmente al Señor, pero cuyos padres no tienen los recursos necesarios para enviarlos a la escuela, es su deber buscar la manera de ayudarles y animarlos. Deben consultar con los padres y con esos jóvenes, y juntos proceder con sabiduría. Puede ser que algunos jóvenes tengan más idoneidad para la obra misionera de casa en casa. Hay un gran campo de labor en la tarea de llevar el mensaje del tercer ángel a nuestros vecinos y amigos y en la distribución de impresos. Otros jóvenes debieran ser animados a consagrarse al colportaje y a colocar nuestros libros más grandes. Algunos pueden tener cualidades que los hagan útiles en nuestras instituciones. En muchos casos, los jóvenes promisorios, debidamente animados y dirigidos, pueden ganar sus becas con la venta de Lecciones Prácticas del Gran Maestro y El Ministerio de Curación. 3JT 319.3