Joyas de los Testimonios 3

199/290

Nuestras publicaciones*

La obra grande y maravillosa del último mensaje evangélico debe ser proseguida hoy como nunca antes. El mundo debe recibir la luz de la verdad por el ministerio evangelizador de la Palabra, efectuado por nuestros libros y periódicos. Nuestras publicaciones deben demostrar que el fin de todas las cosas está próximo. Tengo orden de decir a nuestras casas editoriales: “Alzad el estandarte; alzadlo más alto. Proclamad el mensaje del tercer ángel de manera que sea oído por el mundo entero. Debe poder verse que ‘aquí están los que guardan los mandamientos de Dios, y la fe de Jesús.’ Apocalipsis 14:12. Que nuestras publicaciones den el mensaje como un testimonio al mundo entero.” 3JT 311.1

Actualmente nuestros obreros deberían ser animados a consagrar mayormente su atención a libros que establezcan las pruebas de nuestra fe,—libros que enseñen las doctrinas de la Biblia y preparen un pueblo capaz de soportar las pruebas de los penosos días que nos esperan. Después de haber traído la gente a la luz de la verdad, por medio de instrucciones bíblicas dadas con un espíritu de oración, y por el uso juicioso de nuestros impresos, debemos enseñarles a ser obreros de Dios en palabra y en doctrina. Debe animárseles a distribuir los libros que tratan temas bíblicos, libros cuya enseñanza prepare un pueblo que sea capaz de mantenerse firme, teniendo los lomos ceñidos y sus lámparas encendidas. 3JT 311.2

Hemos permanecido como adormecidos en lo que atañe a la obra que puede ser cumplida por la difusión de libros bien preparados. Prediquemos ahora mismo la Palabra con energía resuelta, por el uso juicioso de periódicos y libros, de manera que el mundo comprenda el mensaje que Jesús dió a Juan en la isla de Patmos. Que todo ser humano que profesa el nombre de Cristo testifique: “El fin de todas las cosas es inminente; preparaos para ir al encuentro de vuestro Dios.” 3JT 311.3