Joyas de los Testimonios 3

156/290

Un Dios personal creó al hombre

En la creación del hombre fué manifiesta la intervención de un Dios personal. Cuando Dios hubo hecho al hombre a su imagen, el cuerpo humano era perfecto en toda su ordenación, pero no tenía vida. Entonces un Dios personal, existente de por sí, sopló en ese cuerpo el aliento de vida, y el hombre llegó a ser un ser vivo e inteligente que respiraba. Todas las partes del organismo humano entraron en acción. El corazón, las arterias, las venas, la lengua, las manos, los pies, los sentidos, las percepciones de la mente, todo inició su funcionamiento y todo fué puesto bajo ley. El hombre llegó a ser un alma viviente. Por Jesucristo un Dios personal creó al hombre y le dotó de inteligencia y poder. 3JT 262.3

Nuestra substancia no le era oculta cuando fuimos hechos en secreto. Sus ojos vieron nuestra substancia, aunque imperfecta, y en su libro todos nuestros miembros fueron escritos, aun cuando no existía ninguno de ellos. 3JT 263.1

Dios quiso que el hombre, por sobre todos los seres de orden inferior, como obra culminante de su creación expresase su pensamiento y revelase su gloria. Pero el hombre no ha de exaltarse como Dios. ... 3JT 263.2