Consejos sobre Mayordomía Cristiana

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No se corre ningún riesgo

¡Oh, qué seguridad benigna, plena y completa se nos da, si tan sólo hacemos lo que Dios requiere! Proceded en este asunto como si creyeseis que el Señor hará tal como ha prometido. Arriesguemos algo contra la Palabra de Dios. Muchas personas, en su celo por enriquecerse, corren grandes riesgos; pasan por alto cosas de importancia eterna y sacrifican nobles principios; y sin embargo pueden perderlo todo en el juego. Pero al cumplir con las invitaciones eternas nosotros no corremos ningún riesgo. Debemos aceptar la Palabra de Dios, y con fe sencilla debemos avanzar confiando en la promesa, y dar al Señor lo que es suyo.—The Review and Herald, 18 de diciembre de 1888. CMC 95.1