Consejos sobre Mayordomía Cristiana

70/353

Tanto para los ricos como para los pobres

En el sistema bíblico de los diezmos y las ofrendas las cantidades pagadas por distintas personas variarán enormemente, puesto que estarán en proporción a sus entradas. En el caso del pobre, el diezmo será comparativamente pequeño, y hará su donativo en proporción a sus posibilidades. Pero no es el tamaño del donativo lo que hace que la ofrenda sea aceptable para Dios; es el propósito del corazón, el espíritu de gratitud y amor que expresa. No se haga sentir a los pobres que sus donativos son tan pequeños que no son dignos de tomarse en cuenta. Que elles den de acuerdo con sus posibilidades, sintiendo que son siervos de Dios y que él aceptará su ofrenda. CMC 78.3

Aquel a quien Dios ha confiado un cuantioso capital, si ama y teme a Dios, no encontrará gravoso satisfacer las exigencias de una conciencia iluminada en lo que se refiere a los derechos de Dios. Los ricos sentirán la tentación de complacerse en el egoísmo y la avaricia, y de retener los diezmos. Pero los que son fieles a Dios, cuando sean tentados contestarán a Satanás: “Escrito está”, “¿robará el hombre a Dios?” “Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?”. Mateo 16:26.—The Review and Herald, 16 de mayo de 1893. CMC 79.1