Consejos sobre Mayordomía Cristiana

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Capítulo 58—Una exhortación a la economía

No debería manifestarse extravagancia en la construcción de hogares lujosos, en la adquisición de muebles costosos, en la compra complaciente de vestidos mundanos, o en el consumo de alimentos exquisitos; en cambio al hacer todas nuestras cosas pensemos en las almas por quienes Cristo ha muerto. Hagamos morir el egoísmo y el orgullo. Que nadie continúe gastando recursos en multiplicar fotografías para enviar a los amigos. Ahorremos cada peso que podamos ahorrar, para que los encantos incomparables de Cristo puedan presentarse a las almas que perecen. CMC 312.1

Satanás sugerirá muchas formas como podéis gastar el dinero. Pero si éste es gastado en la complacencia de sí mismo—y en cosas innecesarias, no importa cuán bajo sea su costo—, no es gastado para la gloria de Dios. Consideremos bien este asunto y veamos si estamos negándonos a nosotros mismos en la forma como deberíamos hacerlo. ¿Estamos realizando sacrificios a fin de enviar la luz de la verdad a los perdidos?... CMC 312.2

En la iglesia debiera haber un solo interés; un solo deseo debería controlar a todos: el deseo de conformarse a la imagen de Cristo. Cada uno debería esforzarse para hacer por Jesús todo lo que le sea posible, mediante el esfuerzo personal, los donativos y el sacrificio. Debiera haber alimento en la casa del Señor, y esto significa una tesorería llena a fin de contestar los llamados macedónicos que se reciben de todas partes. Cuán lamentable es que nos veamos obligados a decir a los que claman pidiendo ayuda: “No podemos enviarles hombres o dinero. Tenemos una tesorería vacía”. CMC 312.3

Que todas las monedas de cinco centavos, de diez centavos y los pesos que se pierden para la causa debido al amor egoísta del placer, a causa del deseo de alcanzar las normas dadas por el mundo, mediante el amor al ocio, sean dirigidos hacia el conducto que fluye hacia la tesorería de Dios. Son los pequeños arroyos que se unen los que finalmente constituyen un río. Seamos cristianos concienzudos y obreros juntamente con Dios... CMC 313.1

Hay que abrir nuevos campos de trabajo, hay que añadir almas a la fe, nuevos nombres deben aparecer en los registros de la iglesia—nombres que también aparecerán en los registros inmortales del cielo. ¡Ojalá que comprendiésemos lo que podría hacerse con el dinero gastado en la gratificación del yo!—The Review and Herald, 27 de enero de 1891. CMC 313.2