Consejos sobre Mayordomía Cristiana

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La abnegación y la cruz

Si se suprimieran los mil canales del egoísmo que ahora existen, y si se dirigieran los recursos hacia el conducto debido, una gran cantidad de dinero fluiría hacia la tesorería. Muchas personas compran ídolos con el dinero que debería ir a la casa de Dios. Nadie puede practicar la verdadera generosidad sin practicar antes la abnegación genuina. La abnegación y la cruz están directamente en el camino de cada cristiano que es un verdadero seguidor de Cristo. Jesús dijo: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame”. Mateo 16:24. ¿Quiere cada alma considerar el hecho de que el discipulado cristiano incluye la abnegación, el sacrificio de sí mismo, hasta el punto de entregar la propia vida, si esto fuera necesario, por amor al que dio su vida por la vida del mundo? CMC 302.3

Los cristianos que contemplan a Cristo en la cruz están comprometidos por su obligación hacia Dios, a causa del don infinito que él hizo en la persona de su Hijo, de no retener nada de lo que posean por muy precioso que esto sea para ellos. Si poseen cualquier cosa que pueda emplearse para atraer a cualquier alma, no importa cuán rica o cuán pobre ésta pueda ser, hacia el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, deben utilizar libremente tal cosa para realizar este propósito. El Señor emplea a los agentes humanos para que éstos sean colaboradores con él en la salvación de los pecadores. CMC 303.1

Todo el cielo está empeñado activamente en proporcionar facilidades mediante las cuales extender el conocimiento de la verdad a todos los pueblos, naciones y lenguas. Si los que profesan haber sido verdaderamente convertidos no dejan brillar su luz para otros, están descuidando el cumplimiento de las palabras de Cristo. CMC 303.2

No necesitamos preocuparnos en pensar cuánto se ha dado a la causa de Dios, sino más bien debemos considerar cuánto se ha retenido de su tesorería para dedicarse a la complacencia del yo en la búsqueda del placer y la gratificación de sí mismo. No necesitamos contar cuántos obreros han sido enviados, sino más bien cuántos han cerrado sus ojos del entendimiento para no ver cuál es su deber y para no ministrar a otros según sus diversas habilidades. CMC 303.3

¡Cuántos podrían estar empleados ahora si en la tesorería hubiese recursos para sostenerlos en la obra! ¡Cuántas facilidades podrían utilizarse para extender la obra de Dios a medida que su providencia abre el camino! Cientos de obreros podrían estar empleados en el campo haciendo bien en diversos ramos, pero no están allí. ¿Por qué? El egoísmo los mantiene en sus hogares; aman la comodidad y por lo tanto permanecen alejados de la viña del Señor. Algunos irían a regiones alejadas, pero no tienen los recursos para trasladarse allá, porque otros han dejado sin hacer lo que deberían haber hecho. Estas son algunas razones por las que unos pocos obreros tienen que estar recargados como un carro bajo el peso de las gavillas, mientras hay otros que no llevan carga alguna.—The Review and Herald, 14 de julio de 1896. CMC 304.1