Consejos sobre Mayordomía Cristiana

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Consejo a un colportor

En su carta Ud. se queja del yugo de las deudas. Pero no tiene excusa por haber incurrido en deudas... El hecho de que se ha sentido libre para pedir prestado sin tener razón para suponer que se encontraría en una posición que le permitiera pagar sus deudas, está haciendo una gran injusticia a otros, robándoles lo poco que tienen, y acarreando oprobio sobre la causa de Dios. Si hubiera comprendido lo que Ud. estaba haciendo en el momento de llevarlo a cabo, se habría detenido. Habría visto que es pecado robar a los hombres, creyentes o incrédulos, y ponerlos en aprietos económicos a fin de poder aliviar Ud. sus necesidades actuales. CMC 270.4

Este caso suyo, Hno. _____, no es un asunto sin importancia. En la conducta que ha seguido, dejará una influencia perjudicial sobre el camino de otros colportores que le resultará difícil borrar. Habrá cerrado la puerta a otras personas que desearían colportar y hacer el trabajo honradamente, pero que serán consideradas indignas de confianza. Los dirigentes no se atreven a ser indulgentes y a manifestar favor en el caso de algunos que necesitan que se confíe en ellos, debido a la mala conducta de ciertos colportores. Y con la experiencia que han tenido, en la pérdida de la tesorería de cientos de libras, ¿por qué no habrían de temer depositar su confianza en hombres que se las arreglan para extraer de la tesorería, dejándolos sin los recursos que tanto necesitan para sostener la obra de Dios para este tiempo?—Carta 36, 1897. CMC 270.5