Consejos sobre Mayordomía Cristiana

243/353

Capítulo 46—La tentación a especular

Satanás ha destruido a muchas almas induciéndolas a colocarse en el terreno de la tentación. Se aproxima a ellas tal como lo hizo con Cristo, tentándolas a amar al mundo; les dice que pueden invertir con provecho en esto o en aquella empresa, y ellas obedecen de buena fe sus insinuaciones. CMC 250.1

Pronto son tentados a apartarse de su integridad a fin de asegurarse tantas ganancias como les sea posible. Su proceder puede ser perfectamente legal, de acuerdo con las normas del mundo, y sin embargo puede no soportar la prueba de la ley de Dios. Sus motivos son puestos en duda por sus hermanos, y se llega a sospechar de ellos suponiendo que obran con falta de honradez para beneficiarse a sí mismos, y así se sacrifica esta preciosa influencia que debería haberse protegido celosamente para beneficio de la causa de Dios. El negocio que habría podido ser un éxito financiero manejado por un estafador que habría vendido su integridad por amor a las ganancias mundanas, es enteramente inapropiado para un seguidor de Cristo. CMC 250.2

Todas esas especulaciones llevan aparejadas pruebas y dificultades que no alcanzan a percibirse, y constituyen una terrible prueba para quienes se dedican a ellas. Con frecuencia ocurren circunstancias que en forma natural inducen a lanzar reproches sobre los motivos de estos hermanos; pero aunque algunas cosas parezcan decididamente erróneas, éstas no siempre deberían considerarse como una prueba del carácter. Sin embargo, con frecuencia demuestran que constituyen el punto de cambio en la experiencia y el destino de una persona. El carácter es transformado por la fuerza de las circunstancias en las que una persona se ha colocado a sí misma. CMC 250.3