Consejos Sobre la Salud

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Una señal externa de pureza interior

Debiera enseñarse a los creyentes que aunque sean pobres, no deben ser sucios en su apariencia personal ni en sus hogares. Se debe ayudar a los que aparentan no comprender el significado ni la importancia de la limpieza. Hay que enseñarles que los que representan al Dios alto y sublime deben mantener sus almas puras y limpias y que esta pureza debe extenderse a su forma de vestir y todo lo concerniente a su hogar, de tal manera que los ángeles ministradores vean las evidencias de que la verdad ha operado un cambio en sus vidas, purificando el alma y refinando los gustos. Después de haber recibido la verdad, los que no cambian su forma de expresarse, su atuendo o su conducta, viven para sí mismos, no para Cristo. No han sido creados de nuevo en Cristo Jesús, para purificación y santidad.* CSI 100.4

Algunos son muy descuidados en su apariencia. Necesitan ser guiados por el Espíritu Santo en su preparación para un cielo puro y santo. Dios instruyó a los hijos de Israel que cuando vinieran al monte a escuchar la proclamación de la ley debían hacerlo con cuerpos y ropas limpios. Hoy día su pueblo debe honrarlo con hábitos de pulcritud y escrupulosa pureza. CSI 101.1

Los cristianos serán juzgados por sus frutos. El verdadero hijo de Dios será ordenado y limpio. Si bien debemos evitar la ostentación y los adornos innecesarios, de ninguna manera hemos de ser descuidados e indiferentes tocante a nuestra apariencia externa. Todo lo concerniente a nuestras personas y hogares, debe ser ordenado y atractivo. Debe enseñársele a la juventud la importancia de presentar una apariencia irreprochable, una apariencia que honre a Dios y la verdad. CSI 101.2