Consejos Sobre la Salud

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Para conseguir entrada

Estoy intensamente interesada en la educación de los estudiantes de medicina como misioneros. Esta es la forma de introducir la verdad en los lugares en que de otro modo no tendría entrada. CSI 536.1

Puedo ver en la providencia del Señor que la obra médica misionera ha de ser una gran cuña de entrada, por medio de la cual las almas enfermas podrán ser alcanzadas. CSI 536.2

¡Oh, qué vasto campo de utilidad se abre ante los misioneros médicos! Jesús era, en todo el sentido de la palabra, un misionero de la clase más elevada, y combinó con su obra misionera la del Gran Médico, porque sanó toda clase de enfermedades. En los días de Cristo, muchos rehusaron dejarse convencer de su condición. Cuando Cristo estaba en su medio como poderoso Sanador de los males del cuerpo, tanto como de las enfermedades del alma enferma por el pecado, algunos no acudían a él para tener vida. Rehusaban ser iluminados. Lo mismo sucederá en nuestros días. Algunos no serán curados de las enfermedades de sus almas. Todo médico puede y debe ser un cristiano, y así llevar con él la curación tanto para el alma como para el cuerpo. Está llevando a cabo la obra de un apóstol tanto como la del médico. ¡Cuánta necesidad hay de la valiosa religión pura y sin contaminación, para que el maestro espiritual pueda ministrar a las necesidades del alma mientras alivia los sufrimientos del cuerpo! ¡Cuán refrescante es para el alma que sufre azotada por la tempestad, oír palabras de esperanza, palabras de Dios habladas al doliente mediante las oraciones elevadas en su favor! ¡Cuán importante es que el misionero comprenda las enfermedades que afligen el cuerpo humano, que combine la acción del médico, educado para atender los cuerpos enfermos, con la acción del concienzudo y fiel pastor de la grey, para proporcionar un carácter sagrado y doble eficacia al servicio!* CSI 536.3

El Señor, en su gran bondad y amor inigualable, ha estado presentando insistentemente a sus instrumentos humanos la idea de que los misioneros no están realmente completos en su educación, a menos que tengan conocimiento de la forma de tratar a los enfermos y dolientes. Si se hubiera considerado esto como un ramo importante en la educación de los misioneros, muchos que han perdido sus vidas habrían podido seguir viviendo. Si hubieran comprendido cómo tratar las enfermedades del cuerpo, y cómo estudiar de la causa al efecto, podrían, por medio de su conocimiento del cuerpo humano y de la forma de tratar las enfermedades, haber alcanzado a muchas mentes entenebrecidas que de otro modo les ha resultado imposible tener acceso a ellas. CSI 537.1