Consejos Sobre la Salud

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No ha de ser una obra separada*

En la obra del Evangelio, el Señor utiliza diferentes instrumentos y no debiera hacerse nada por separarlos. Nunca debiera establecerse un sanatorio como una empresa independiente de la iglesia. Nuestros médicos deben unirse con la obra de los ministros del Evangelio. Sus esfuerzos deben salvar almas para que el nombre de Dios sea glorificado. CSI 525.1

La obra médica misionera en ningún caso debiera separarse de la del ministerio evangélico. El Señor ha especificado que ambos deben estar tan estrechamente relacionados, como el brazo lo está con el cuerpo. Sin esta unión, ninguna parte de la obra está completa. La obra médica misionera es una ilustración práctica del Evangelio. CSI 525.2

Pero Dios no tenía la intención de que la obra misionera médica eclipsara la obra del mensaje del tercer ángel. El brazo no ha de convertirse en cuerpo. El mensaje del tercer ángel es el mensaje evangélico para estos últimos días, y en ningún caso debe ser ensombrecido por otros intereses ni ser hecho aparecer como una consideración sin importancia. Cuando en nuestras instituciones se coloca cualquier cosa por encima del mensaje del tercer ángel, el Evangelio deja de ser allí la gran fuerza guiadora. CSI 525.3

La cruz es el centro de todas las instituciones religiosas. Estas instituciones deben encontrarse bajo el control del Espíritu de Dios. En ninguna de ellas un solo hombre puede ser la cabeza. La mente divina tiene hombres para cada lugar. CSI 525.4

Por medio del poder del Espíritu Santo, toda obra que Dios ha señalado debe elevarse y ennoblecerse, y debe dar testimonio en favor del Señor. El hombre debe colocarse bajo el control de la mente eterna, cuyos dictados debe obedecer en todo sentido. CSI 525.5

Procuremos comprender nuestro privilegio de andar y trabajar con Dios. El Evangelio, aunque contiene la expresa voluntad de Dios, carece de valor para los hombres, encumbrados o humildes, ricos o pobres, a menos que ellos se sometan a Dios. El que lleva para sus semejantes el remedio para el pecado, el mismo debe ser movido por el Espíritu de Dios. No debe manejar los remos a menos que se encuentre bajo la dirección divina. No puede trabajar eficazmente, ni puede llevar a cabo los propósitos de Dios en armonía con la mente divina, a menos que encuentre, no de la mente humana sino de la sabiduría infinita, el hecho de que a Dios le agradan sus planes. CSI 526.1

El propósito benevolente de Dios abarca todos los ramos de su obra. La ley de dependencia e influencia recíprocas debe reconocerse y obedecerse. “Ninguno de nosotros vive para sí mismo”. El enemigo ha utilizado la cadena de la dependencia para juntar a los hombres. Se han unido para destruir la imagen de Dios en el hombre, para contrarrestar el Evangelio, pervirtiendo sus principios. Están representados en la Palabra de Dios como atados en gavillas para ser quemados. Satanás está uniendo sus fuerzas para perdición. La unidad del pueblo elegido de Dios ha sido terriblemente sacudida. Dios ofrece un remedio. No consiste en una influencia entre muchas influencias, ni se halla en un mismo nivel con ellas; sino que es una influencia que se eleva por encima de todas las demás que existen sobre la faz de la tierra, que corrige y ennoblece. Los que trabajan en el Evangelio, debieran ser elevados y santificados, porque tratan de los grandes principios de Dios. Unidos con Cristo, son obreros juntamente con Dios. Así desea el Señor unir a sus seguidores, para que sean un poder para el bien, y que cada uno desempeñe su parte, y sin embargo que todos aprecien el principio de la dependencia de la Cabeza. CSI 526.2