Consejos Sobre la Salud

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No hay cambio en la causa de Dios

No debe haber ningún cambio en las características generales de la causa de Dios. Debe mantenerse tan clara y precisa como ha sido delineada por la profecía. No debemos entrar en confederación con el mundo, suponiendo que al hacerlo podíamos lograr un éxito mayor. Hermano mío, si usted se pone en el camino para entorpecer el progreso de la obra en las líneas designadas por Dios, incurrirá en el desagrado divino. Hay que dar el mensaje de advertencia, y después de haber cumplido fielmente su parte en la obra, no debe estorbar a otro de los siervos de Dios en el desempeño de la obra que debe realizar. El trabajo por la gente degradada y caída no debe ser convertido en el tema principal y más importante de todos. Esta tarea debe combinarse con la obra de instruir a las iglesias. Nuestro pueblo debe ser enseñado para que ayude a los necesitados y vagabundos. CSI 522.1

Ningún aspecto de nuestra fe, que nos ha hecho lo que somos, ha de ser debilitado. Tenemos los antiguos marcadores de la verdad, la experiencia y el deber, y hemos de permanecer firmes en defensa de nuestros principios, ante la plena vista del mundo. Con los corazones llenos de interés y solicitud, debemos presentar la invitación a la gente que se encuentra en todas partes. Hay que llevar a cabo la obra médica misionera. Pero ésta es una sola parte de la tarea que se tiene que cumplir; pero no se la debe convertir en el todo. Debe ser en relación con la obra de Dios lo que la mano es en relación con el cuerpo. Puede ser que haya personas indignas relacionadas con el ministerio, pero nadie puede ignorar el ministerio sin ignorar a Dios. CSI 522.2

Hermano mío, se me ha mostrado que usted corre el peligro de apartarse de nuestro pueblo, porque se siente como una entidad completa. Pero si usted se une a las personas que tienen su propia manera de pensar, aparte de la iglesia, que es el cuerpo de Cristo, establecerá una confederación que será despedazada, porque ninguna unión puede permanecer a no ser la que Dios ha establecido. Los que están recibiendo educación médica, de vez en cuando escuchan insinuaciones que desmerecen la iglesia y el ministerio. Estas insinuaciones son semillas que brotarán y producirán fruto. Sería mejor educar a los estudiantes para que comprendieran que la iglesia de Cristo en la tierra debe ser respetada. Necesitan un conocimiento claro de las razones de nuestra fe. Este conocimiento deben poseerlo a fin de servir a Dios en forma aceptable. Línea sobre línea, precepto sobre precepto, deben recibir la evidencia bíblica de la verdad tal como se la encuentra en Jesús. CSI 523.1

Le ruego que no ponga en las mentes de los alumnos ideas que les harán perder confianza en los ministros designados por Dios. Pero eso es precisamente lo que usted está haciendo, ya sea que se dé cuenta de ello o no. El Señor, en su providencia, lo ha colocado en una posición en la que puede realizar una buena obra para él en relación con el ministerio evangélico, al colocar la verdad ante muchas personas que de otro modo no la conocerían. Usted se sentirá tentado a pensar que para llevar a cabo la obra médica misionera debe mantenerse separado de la organización de la iglesia o de su disciplina. Al hacerlo, se colocaría sobre una base insegura. La obra realizada por los que acuden a usted en busca de instrucción, no está completa a menos que sean educados para trabajar en conexión con la iglesia. CSI 523.2

La obra médica misionera no debe ser constituida en el todo. En este sentido usted está llevando las cosas a un extremo. Hay una obra importante que debe realizarse. Hay que hacer circular por todas partes publicaciones que enseñen la verdad. Los alumnos de medicina no debieran ser animados a difundir únicamente los libros que tratan de la reforma pro salud. Tenga cuidado que no se lo encuentre trabajando solamente para favorecer sus propios planes y con desprecio por los planes de Dios. CSI 523.3