Consejos Sobre la Salud

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Progreso en el conocimiento

Dios está dispuesto a hacer mucho por vosotros, si tan sólo experimentáis vuestra necesidad de él. Jesús os ama. Procurad siempre andar en la luz de la sabiduría de Dios; y en medio del panorama cambiante de la vida, no descanséis a menos que sepáis que vuestra voluntad está en armonía con la voluntad de vuestro Creador. Por medio de la fe en él obtendréis fortaleza para resistir toda tentación de Satanás, y en esa forma aumentar el poder moral con cada prueba de Dios. CSI 402.1

Podéis convertiros en personas de responsabilidad e influencia si por el poder de vuestra voluntad, unida con la fortaleza divina, os dedicáis fervientemente a la realización del trabajo. Ejercitad las facultades mentales y no descuidéis en ningún caso las facultades físicas. Que la pereza intelectual no cierre el camino hacia mayores conocimientos. Aprended a reflexionar tanto como a estudiar, para que vuestras mentes puedan expandirse, fortalecerse y desarrollarse. No penséis nunca que habéis aprendido suficiente y que ahora podéis aflojar en vuestro esfuerzo. La mente cultivada es la medida del hombre. Vuestra educación debiera continuar durante toda la vida; cada día debierais aprender y practicar los conocimientos obtenidos. CSI 402.2

Estáis progresando en la verdadera dignidad y en el valor moral a medida que practicáis la virtud y apreciáis la rectitud en vuestro corazón y en la vida. Que vuestro carácter no quede afectado por la mancha de la lepra del egoísmo. Un alma noble, unida a un intelecto cultivado, os convertirá en hombres que Dios puede utilizar en posiciones de responsabilidades sagradas. CSI 402.3

El primer deber de todos los que se relacionan con esta institución debiera ser enderezar su camino delante de Dios y luego mantenerse con la fortaleza de Cristo, sin dejarse afectar por las influencias erróneas a las que pudieran quedar expuestos. Si convierten los amplios principios de la Palabra de Dios en el fundamento del carácter, pueden soportar cualquier situación que el Señor en su providencia les envíe, rodeados por cualquier influencia perjudicial, sin que por eso se aparten de la senda correcta. CSI 402.4