Consejos Sobre la Salud

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Agua de la fuente oculta

Debierais mantener una dignidad verdaderamente cristiana, pero evitar toda afectación. Sed estrictamente honrados de corazón y vida. Dejad que la fe, lo mismo que la palmera, envíe sus raíces penetradoras por debajo de la superficie de las cosas a fin de obtener refrigerio espiritual de las fuentes vivas de la gracia y la misericordia de Dios. Hay una fuente de agua que fluye para vida eterna. Debéis obtener vuestra vida de esta fuente oculta. Si os despojáis del egoísmo y fortalecéis vuestras almas por medio de una comunión constante con Dios, podréis promover la felicidad de las personas con quienes os ponéis en contacto. Os asociaréis con los descuidados, informaréis a los ignorantes, animaréis a los oprimidos y desalentados y, hasta donde sea posible, aliviaréis el sufrimiento, y no sólo mostraréis el camino hacia el cielo, sino que vosotros mismos andaréis en él.* CSI 380.3

No os satisfagáis con un conocimiento superficial. Que la lisonja no os enorgullezca, y que la crítica no os deprima. Satanás os tentará a seguir un comportamiento por el que os admiren y os adulen; pero debéis alejaros de sus trampas. Sois servidores del Dios viviente. CSI 381.1

Vuestra relación con los enfermos puede ser agotadora, y puede secar gradualmente las fuentes de la vida si no hay cambio, oportunidad de recreación y, si los ángeles de Dios no os guardan y protegen. Si pudierais ver los numerosos peligros entre los cuales sois conducidos con seguridad cada día por esos mensajeros del cielo, vuestros corazones se llenarían de gratitud y ésta encontraría expresión a través de vuestros labios. Si convertís a Dios en vuestra fortaleza, podréis, bajo las circunstancias más desanimadoras, alcanzar una norma elevada de perfección cristiana que pensáis que no es posible alcanzar. Vuestros pensamientos podrán ser elevados, podréis tener aspiraciones nobles, percepciones claras de la verdad y propósitos de acción que os elevarán por encima de los motivos sórdidos. CSI 381.2

Si deseáis alcanzar la perfección del carácter, debéis utilizar el pensamiento y la acción. Al entrar en contacto con el mundo debéis cuidaros de no buscar con demasiado entusiasmo el aplauso de los hombres ni vivir de acuerdo con sus opiniones. Si queréis caminar con seguridad, hacedlo cuidadosamente; cultivad la gracia de la humildad y fijad vuestras almas desvalidas sobre Cristo. Podréis ser, en todo sentido, hombres de Dios. En medio de la confusión y las tentaciones mundanales, podréis, con perfecta dulzura, mantener la independencia del alma. CSI 381.3