Consejos Sobre la Salud

272/555

Sencillez y economía

En el establecimiento y desarrollo de la obra hay que manifestar la economía más estricta. Es necesario emplear obreros que sean productores tanto como consumidores. En ningún caso se debe invertir el dinero para la ostentación. La obra médica misionera evangélica debe llevarse a cabo con sencillez, como lo fue la obra de la Majestad del cielo, quien al ver la necesidad de un mundo pecador y perdido, depuso sus atavíos y corona reales para revestir su divinidad con humanidad, a fin de ponerse a la cabeza de la humanidad. Llevó a cabo de tal manera su obra misionera que nos dejó un ejemplo perfecto para que fuese seguido por los seres humanos. Declaró: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame”. Mateo 16:24. Todo verdadero médico misionero obedecerá estas palabras. No se esforzará por seguir las costumbres mundanas y hacer ostentación, pensando que en esa forma ganará almas para el Salvador. No, no. Si la Majestad del cielo pudo abandonar su hogar glorioso para venir a este mundo manchado y desfigurado por la maldición, para establecer un método correcto de llevar a cabo la obra médica misionera, nosotros como sus seguidores debiéramos practicar la misma abnegación y sacrificio. CSI 316.1

Cristo presenta a todos esta invitación: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas”. Mateo 11:28-30. Si todos llevaran el yugo de Cristo, si todos aprendieran en su escuela la lección que él enseña, habría recursos suficientes para establecer la obra médica evangélica en muchos lugares. CSI 316.2

Que nadie diga: “Me dedicaré a esta obra por una suma estipulada. Si no recibo esta suma, no haré el trabajo”. Los que hablan en esta forma demuestran que no llevan el yugo de Cristo; no están aprendiendo su humildad y mansedumbre. Cristo pudo haber venido a este mundo con un séquito de ángeles, pero en cambio vino como un bebé y vivió una vida de humildad y pobreza. Su gloria estaba en su sencillez. Sufrió por nosotros privaciones y pobreza. ¿Rehusaremos negarnos a nosotros mismos por amor a él? ¿Rehusaremos ser obreros médicos misioneros a menos que podamos seguir las costumbres del mundo, y hacer ostentación como el mundo la hace?...* CSI 316.3

Hermano, hermana, tome su trabajo en el lugar donde se encuentra. Haga lo mejor que pueda, y contemple siempre a Jesús, el Autor y Consumador de nuestra fe. En ninguna otra forma podemos hacer la obra de Dios y magnificar su verdad que siguiendo los pasos de Aquel que abandonó su elevado puesto de mando para venir a nuestro mundo, a fin de que mediante su humillación y sufrimiento, los seres humanos pudieran llegar a ser participantes de la naturaleza divina. Por amor a nosotros, él se hizo pobre, para que mediante su pobreza alcanzáramos la posesión de las riquezas eternas... CSI 317.1

Ahora se necesitan hombres inteligentes, abnegados y dispuestos a sacrificarse, hombres que comprendan la solemnidad de la importancia de la obra de Dios, y quienes, como filántropos de Cristo, puedan cumplir la comisión de Cristo. La obra médica misionera que nos ha sido dada significa algo para todos nosotros. Es una obra para salvar almas; es la proclamación del mensaje evangélico. CSI 317.2