Consejos Sobre la Salud

215/555

Sección 6—Obra institucional de éxito

El secreto del éxito

El éxito del sanatorio depende de que mantenga la sencillez de la santidad y que descarte las locuras del mundo en el comer, beber, vestir y en los entretenimientos. Todos sus principios deben tender a la reforma. Que no se invente nada para satisfacer las necesidades del alma que usurpe el lugar y el tiempo exigido por Cristo y su servicio, porque esto destruirá el poder de la institución como instrumento de Dios para convertir a las pobres almas afligidas por el pecado, quienes, ignorando la senda de la vida y la paz, han buscado la felicidad en el orgullo y en la vana necedad. CSI 252.1

“Apoyando un propósito fiel” debiera ser la posición de todos los que se relacionan con el sanatorio. Aunque nadie debiera presentar con insistencia nuestra fe a los pacientes ni dedicarse a las discusiones religiosas con ellos, nuestras revistas y publicaciones, cuidadosamente elegidas, debieran estar a la vista casi en todas partes. Debe predominar el elemento religioso. Este ha sido y siempre será el poder de esa institución. Que nuestro sanatorio no sea pervertido por el servicio de la mundanalidad y la moda. En nuestro país hay un número suficiente de instituciones de la salud que se parecen más a un hotel que a un lugar donde los enfermos y los dolientes pueden obtener alivio para las enfermedades del cuerpo, y donde el alma afligida por el pecado puede encontrar esa paz y reposo en Jesús que no se encuentra en ninguna otra parte. Que los principios religiosos reciban un lugar prominente y se mantengan allí; descártense el orgullo y la popularidad; en todas partes deben verse la sencillez y la sinceridad, la bondad y la fidelidad; entonces el sanatorio será lo que Dios se proponía que fuera; entonces el Señor lo favorecerá.—Testimonies for the Church 4:586-587 (1881). CSI 252.2