Consejos para los Maestros

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Mitos y cuentos de hadas

En la educación de niños y jóvenes, los cuentos de fantasía, los mitos y las novelas de ficción ocupan un lugar muy grande. Se hace uso en las escuelas de libros de semejante carácter, y se encuentran en muchos hogares. ¿Cómo pueden permitir los padres cristianos que sus hijos se nutran de libros tan llenos de falsedades? Cuando los niños preguntan el significado de cuentos tan contrarios a la enseñanza de sus padres, se les contesta que dichos cuentos no son verdad; pero esta contestación no acaba con los malos resultados de tal lectura. Las ideas presentadas en estos libros extravían a los niños, les dan falsas ideas de la vida, y fomentan en ellos el deseo de lo que es vano e ilusorio. CM 371.3

El uso tan general de semejantes libros en nuestros días es uno de los ardides de Satanás. Procura éste distraer las mentes de viejos y jóvenes de la gran obra de la formación del carácter. El se propone que nuestros hijos y jóvenes sean arrasados por las decepciones destructoras con que sigue llenando el mundo. Por eso procura distraer el espíritu de unos y otros de la Palabra de Dios, y de este modo impedirles que consigan un conocimiento de las verdades que podrían servirles de salvaguardia. CM 371.4

Jamás deberían ponerse en las manos de niños y jóvenes libros que perviertan la verdad. No hay que consentir en que nuestros hijos, en el curso de su educación, reciban ideas que resulten ser semilla de pecado. Si las personas de edad madura dejaran de leer semejantes libros, se sentirían en situación más segura, y su ejemplo e influencia en la buena dirección facilitarían la tarea de guardar de la tentación a la juventud. CM 372.1