Consejos para los Maestros

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Capítulo 53—La acción manifiesta del Espíritu Santo

“Aun por un poco está la luz entre vosotros—dijo Jesús—; andad entre tanto que tenéis luz, para que no os sorprendan las tinieblas; porque el que anda en tinieblas, no sabe a dónde va. Entre tanto que tenéis la luz, creed en la luz, para que seáis hijos de luz”. Juan 12:35, 36. CM 355.1

Algunos hombres del colegio de Battle Creek tienen una idea falsa en cuanto a lo que constituye el deber. El Señor Dios del cielo ha hecho que su Espíritu Santo obrase de vez en cuando sobre los alumnos de la escuela, a fin de que le reconociesen en todos sus caminos y él pudiese dirigir sus sendas. A veces, la manifestación del Espíritu Santo ha sido tan decidida que han olvidado los estudios, y el Mayor de los maestros que el mundo haya conocido hizo oír su voz diciendo: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga”. Mateo 11:28-30. CM 355.2

El Señor llamaba a la puerta de los corazones y vi que estaban presentes los ángeles de Dios. Parecía que los maestros no hacían esfuerzo especial para influir en los alumnos a fin de que prestasen atención a las cosas de Dios; pero el Señor tenía en la escuela a un Vigilante, que, aunque su presencia no era notada, hacía sentir su influencia... CM 355.3

El Señor ha estado aguardando mucho tiempo para impartir al corazón los goces mayores y más verdaderos. Todos los que esperan en él con corazón sincero, serán grandemente bendecidos por él. Han discernido vislumbres más claras de Jesús como el que lleva sus pecados, como también de su sacrificio suficiente para todo, y se han ocultado en la hendidura de la Roca para contemplar al Cordero de Dios que quita los pecados del mundo. Cuando comprendemos el significado del sacrificio de Cristo en nuestro favor, nuestros labios se sintonizan con los temas de alabanza más sublimes. CM 355.4

Cuando los alumnos contemplaban así a Jesús, no había pérdida en suspender los estudios. Estaban obteniendo vislumbres del Invisible. Buscaban fervientemente al Dios vivo, y el carbón vivo del perdón tocaba sus labios. El Espíritu Santo no obraba solamente en favor de los que habían perdido su primer amor, sino por las almas que nunca se habían colocado de parte del Señor... Los indicios de su gracia y favor arrancaban regocijo de los corazones así bendecidos, y se sabía que la salvación de Dios estaba entre su pueblo... CM 356.1

¿Por qué no habríamos de esperar que el Vigilante santo venga a nuestras escuelas? Nuestros jóvenes están allí para recibir educación, para adquirir conocimiento del único Dios verdadero. Están allí para aprender a presentar a Cristo como el Salvador que perdona el pecado. Están allí para obtener preciosos rayos de luz, a fin de poder difundirla a su vez. Están allí para manifestar la bondad amante del Señor, para hablar de su gloria, hacer repercutir las alabanzas de Aquel que nos ha llamado de las tinieblas a su luz admirable... CM 356.2

Vez tras vez el Mensajero celestial ha sido enviado a la escuela. Cuando su presencia fue reconocida, las tinieblas se disiparon, resplandeció la luz, y los corazones fueron atraídos a Dios. Las últimas palabras dirigidas por Cristo a Juan fueron: “El Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente”. Apocalipsis 22:17. Cuando respondemos a Dios y decimos: “Señor, venimos”, entonces con gozo sacamos agua de los manantiales de la salvación. CM 356.3

¿No celebraremos santas fiestas para Dios? ¿No demostraremos que tenemos algo de entusiasmo en su servicio? Teniendo delante de nosotros el grande y ennoblecedor tema de la salvación, ¿permaneceremos tan fríos como estatuas de mármol? Si los hombres pueden agitarse tanto por un partido de cricket, o una carrera de caballos, o por otras cosas insensatas que no reportan bien a nadie, ¿permaneceremos nosotros inconmovibles cuando el plan de la salvación nos es revelado? Celebre la escuela y la iglesia de aquí en adelante fiestas de regocijo para el Señor. Special Testimonies on Education, 77-82. CM 357.1