Consejos para los Maestros

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¿Recompensa financieramente?

En muchos espíritus surgirá la pregunta: ¿Puede obtenerse en nuestras escuelas que el trabajo industrial compense financieramente? Y si no puede lograrse, ¿debe llevarse adelante? CM 299.3

Sería sorprendente el obtener de las industrias una compensación financiera inmediatamente de ser iniciadas. A veces Dios permite que se produzcan pérdidas para enseñarnos lecciones que nos ayudarán a no cometer equivocaciones que entrañarían pérdidas mucho mayores. Procuren cuidadosamente descubrir las causas los que han tenido pérdidas financieras en su trabajo industrial, y esfuércense por remediarlas de tal manera que en lo futuro no se repita la pérdida. CM 299.4

Recordemos todos que somos miembros de la familia de Dios; y recordemos también que Satanás y toda su hueste están tratando constantemente de obligarnos a cometer errores, a fin de que se destruya nuestra confianza en nosotros mismos y en los demás. Pero cuando surgen perplejidades, ¿nos conformaremos con permanecer en la ignorancia sin hacer nada? No lo permita Dios. CM 299.5

Se producirán fracasos aparentes en la obra, pero esto no debe desalentarnos. Los libros de cuentas pueden demostrar que la escuela sufrió cierto atraso financiero al llevar adelante el trabajo industrial; pero si en estas actividades los estudiantes aprendieron lecciones que fortalecerán la edificación de su carácter, los libros del cielo arrojarán una ganancia que excederá por mucho la pérdida financiera. Hasta el día del juicio no sabremos nunca cuántas almas ha contribuido a salvar este trabajo. Satanás halla travesuras para las manos ociosas; pero cuando los estudiantes se mantienen atareados en el trabajo útil, el Señor tiene oportunidad de obrar por ellos. CM 300.1

Si después de impartir la preparación manual durante un año los directores de la escuela encuentran que ha habido pérdida, procuren descubrir la razón y precaverse contra ella en lo futuro. Pero no prevalezca el espíritu de censura, porque el Espíritu de Cristo queda agraviado cuando se pronuncian palabras de crítica cruel contra los que han hecho lo mejor que podían. En la Palabra de Dios hay palabras de estímulo tanto como de prevención. No permita Dios que sean debilitadas las manos de los que están procurando llevar adelante una actividad. CM 300.2

Quiero instar a que se aliente a nuestras escuelas en sus esfuerzos para el adiestramiento de los jóvenes en la agricultura y otras actividades industriales. Cuando, en los negocios comunes, se inicia algo y se hacen preparativos para el desarrollo futuro, con frecuencia hay una pérdida financiera. Pero recordemos la bendición que imparte a los alumnos el ejercicio físico. Muchos estudiantes han muerto mientras procuraban adquirir una educación, debido a que se limitaban demasiado al esfuerzo mental. CM 300.3

No debemos ser estrechos en nuestros planes. En el adiestramiento industrial hay ventajas que no se perciben, que no pueden ser medidas ni calculadas. No lamente nadie el esfuerzo necesario para llevar adelante con éxito el plan que durante años nos ha sido presentado como de importancia primordial. CM 300.4

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Los maestros tendrán que arrostrar pruebas. Los desalientos se acumularán sobre ellos mientras vean que su trabajo no es apreciado. Satanás se esforzará por afligirlos con achaques corporales, esperando inducirlos a murmurar contra Dios, a cerrar sus ojos con respecto a su bondad, su misericordia, su amor y el excelso peso de gloria que aguarda al vencedor. En tales ocasiones, recuerden los maestros que Dios los está conduciendo a una confianza más perfecta en él. Si en su perplejidad quieren mirar a él con fe, los sacará del horno de prueba refinados y purificados como el oro que es probado en el fuego. CM 301.1

Diga la persona apremiada y cruelmente probada: “Aunque él me matare, en él esperaré”. “Aunque la higuera no florezca, ni en las vides haya frutos, aunque falte el producto del olivo, y los labrados no den mantenimiento, y las ovejas sean quitadas de la majada, y no haya vacas en los corrales; con todo, yo me alegraré en Jehová, y me gozaré en el Dios de mi salvación”. Job 13:15; Habacuc 3:17, 18. CM 301.2

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No tengan los maestros favoritos entre sus alumnos, ni presten la mayor atención a los estudiantes brillantes y vivos. Los que aparentemente son los menos promisorios, son los que necesitan más del tacto y las palabras bondadosas que vincularán su corazón con el del maestro. CM 301.3

No se debe confiar en las primeras impresiones. Ciertos alumnos que al principio parecían tardos de comprensión, pueden hacer al fin mayores progresos que los que son por naturaleza más vivos. Si son esmerados y sistemáticos en su trabajo, ganarán mucho de lo que los otros no logran. Los que adquieren hábitos de laboriosidad paciente y perseverante, alcanzarán más que los de mente brillante, rápida, llena de vivacidad, quienes, aunque comprenden rápidamente los puntos, los olvidan con igual facilidad. Los pacientes, aunque más tardos en aprender, avanzarán más que aquellos que aprenden tan rápidamente que no necesitan estudiar. CM 301.4

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No se debe agobiar a los alumnos con estudios hasta el punto que descuiden la cultura de los modales; y sobre todo, deben insistir en que nada les impida tener sus momentos de oración, que los ponen en relación con Cristo. En ningún caso deben privarse de los privilegios religiosos. CM 302.1