Conducción del Niño

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Prólogo

Cuando el matrimonio une con el vínculo del amor a dos corazones y dos vidas, y se constituye así un nuevo hogar, una de las primeras preocupaciones de sus fundadores es que los hijos que vengan a alegrar este nuevo hogar sean educados debidamente. La pregunta hecha por Manoa en la antigüedad “¿Cómo debe ser la manera de vivir del niño?” es un tema de seria meditación para los padres de hoy que contemplan el rostro del precioso e indefenso ser que ha sido confiado a su cuidado. CN 13.1

La importancia de la instrucción en la tarea de conducir a los niños se comprende mejor cuando advertimos el lugar destacado que ocupa en la Palabra de Dios, y las frecuentes y detalladas referencias que hacen sobre el tema los escritos inspirados por el espíritu de profecía. La Sra. de White, en sus numerosos libros, pero más particularmente en los artículos sobre la vida cristiana práctica que aparecieron semanalmente en diferentes periódicos de la denominación, vertió abundantes consejos para los padres. En adición a esto, envió a varias familias cientos de testimonios personales en los que trataba específicamente los problemas que ellas enfrentaban. En estos artículos y testimonios personales, describió los principios que deberían guiar a los padres, y los procedimientos que debían seguir, según le fueron mostrados en visión. CN 13.2

La señora de White, en sus últimos años, manifestó el deseo de producir un libro para los padres cristianos que mostrara claramente “el deber de la madre y su influencia sobre sus hijos”. Ese deseo ha quedado cumplido con la publicación reciente del libro El Hogar Adventista y de la presente obra. Únicamente el estudio cuidadoso y con oración de los consejos importantes contenidos en este libro puede revelar la tremenda y extensa influencia resultante de la educación debida de los hijos como cumplimiento de la responsabilidad que Dios ha encomendado a los padres. CN 13.3

El hecho de que la señora de White fuera madre de cuatro hijos la capacitó para exponer en forma inteligente y clara la instrucción que le fue impartida. Su experiencia en la aplicación práctica de los principios delineados para otros despierta confianza en el corazón del lector. CN 14.1

En la preparación de Conducción del Niño se ha hecho uso de todas las fuentes producidas por la señora de White, publicadas e inéditas. Al final de cada cita se ha señalado su origen. Y debido a que el contenido de este libro ha sido reunido de una cantidad de fuentes escritas en un período de setenta años, ocasionalmente ocurre una inevitable ruptura en la secuencia del pensamiento y en el estilo de redacción, al unir las diferentes declaraciones en el desarrollo natural del tema. El trabajo de los compiladores se limitó a la selección y disposición de las diferentes declaraciones y a la redacción de los títulos. CN 14.2

El libro Conducción del Niño fue preparado bajo la dirección de los Fideicomisarios de las Publicaciones de Elena G. de White en sus oficinas de la ciudad de Washington. La obra se realizó en armonía con la instrucción de la señora de White dada a sus fideicomisarios en el sentido de preparar la impresión de compilaciones realizadas de sus manuscritos y material publicado. CN 14.3

Este libro ha de satisfacer una gran necesidad. Hay intereses eternos en juego. Los detallados consejos que versan sobre disciplina, formación del carácter, y educación física y espiritual serán apreciados por cada padre precavido. Que esta obra, compañera de El Hogar Adventista, Mensajes para los Jóvenes y otros libros de Elena G. de White escritos para aconsejar a los padres y a la juventud, sirva para guiar a los padres y a las madres en su obra de tanta importancia, es el sincero deseo de los editores y de los CN 14.4

Fideicomisarios de las Publicaciones de Elena G. de White.