El Gran Movimiento Adventista

95/737

Las palabras selladas hasta 1798

En respuesta a la consulta de Daniel, “Señor mío, ¿cuál será el fin de estas cosas?”22 se le dijo: “Estas palabras están cerradas y selladas hasta el tiempo del fin”.23 Lo que preocupaba tanto la mente de Daniel era el “¿cuándo?”, el “¿cuánto tiempo?” y “¿cuál será el fin?”. Estos eran los puntos que mantenían perplejo y afligido al profeta, y solo estas cosas estarían cerradas y selladas hasta el “tiempo del fin”, y no todo el libro de Daniel, como algunos han pensado. Antes de este período de 1798, los estudiantes de la profecía habían tenido luz respecto de las setenta semanas, y entendieron que comenzaron en 457 a. C., el ministerio público de Cristo, su muerte, etc., que ocurrieron en exacta armonía con el cálculo de las sesenta y nueve y las setenta semanas desde esa fecha. Este cumplimiento exacto de la misión del Salvador en armonía con este cálculo les había dado una prueba poderosa de que él era realmente el Mesías verdadero, y que la fecha del comienzo de las setenta semanas estaba fija en forma inalterable. Lo que no descubrieron era que las setenta semanas constituían la primera parte de los 2.300 días, y así dejó este asunto sellado hasta después de 1798, como estaba predicho. GMA 64.2