El Gran Movimiento Adventista

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Abrahán sería el heredero del mundo

Rastreando el breve registro hasta el décimo de los descendientes de Noé, tenemos el llamamiento de Abram, a quien el Señor le dijo: “Porque toda la tierra que ves, la daré a ti y a tu descendencia para siempre. Y haré tu descendencia como el polvo de la tierra; que si alguno puede contar el polvo de la tierra, también tu descendencia será contada. Levántate, ve por la tierra a lo largo de ella y a su ancho; porque a ti la daré”.11 A pesar de esta promesa a Abrahán de que poseería la tierra, el Señor le aseguró que moriría. Pablo dice que él salió “al lugar que había de recibir como herencia”.12 Esta cuestión del cumplimiento de la promesa fue sin duda hecha clara a Abrahán en una visión de Dios, porque él “esperaba la ciudad que tiene fundamento, cuyo arquitecto y constructor es Dios”.13 En Romanos 4:13 se afirma que la promesa era que “sería heredero del mundo”; no en su condición presente, sino más tarde, en conexión con la resurrección de los muertos (ver Romanos 4:17). GMA 26.3

Desde el punto de vista humano, Abrahán no podía ver cómo la simiente prometida podía ser su propia descendencia. Por lo tanto sugirió llamar a Eliezer, su mayordomo, la simiente. El Señor dijo: No así; pero será “un hijo tuyo… el que te heredará”. Entonces el Señor comenzó a revelarle que la obra final de su simiente no había de tener un cumplimiento inmediato. Le dijo a Abrahán: “Tu descendencia morará en tierra ajena, y será esclava allí, y será oprimida cuatrocientos años… Y tú vendrás a tus padres en paz, y serás sepultado en buena vejez”.14 GMA 27.1

La esposa de Abrahán propuso un plan imprudente para apurar el cumplimiento de la promesa; pero después que nació Isaac, un verdadero hijo de Abrahán y Sara, su legítima esposa, el Señor le dijo de Ismael y de su madre Agar: “Echa a esta sierva y a su hijo”. GMA 27.2

En la prueba de la fe de Abrahán al ofrecer a Isaac sobre el altar, él aprendió una lección sobre el tema de la resurrección de los muertos. Se dice de él: “Pensando que Dios es poderoso para levantar [a Isaac] aun de entre los muertos, de donde, en sentido figurado, también le volvió a recibir”.15 GMA 27.3