El Gran Movimiento Adventista
Capítulo 2 – El Plan de Salvación Expuesto
“La esperanza que se demora es tormento del corazón; pero árbol de vida es el deseo cumplido”.1 “Porque así dice Jehová de los ejércitos: De aquí a poco yo haré temblar los cielos y la tierra, el mar y la tierra seca; y haré temblar a todas las naciones, y vendrá el Deseado de todas las naciones; y llenaré de gloria esta casa, ha dicho Jehová de los ejércitos”.2 GMA 24.1
Desde el tiempo en que Adán fue expulsado del jardín del Edén y del árbol de la vida, las palabras dirigidas a Satanás con respecto a la simiente de la mujer –“ésta te herirá en la cabeza”− ha dado esperanza de la derrota final del diablo, la victoria sobre sus astutas maquinaciones, y una restauración al árbol de vida. El Esperado −la Simiente prometida− llegó así a ser el “Deseado de todas las naciones”. GMA 24.2
En la cita de Hageo parece que la venida de este Deseado está conectada con el tiempo cuando el Señor sacudirá tanto los cielos como la tierra. Pablo, al escribir a los hebreos, puso ese zarandeo en el futuro, al decir: “Aún una vez, y conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo. Y esta frase: Aún una vez, indica la remoción de las cosas movibles, como cosas hechas, para que queden las inconmovibles. Así que recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia”.3 Este lenguaje sobre el zarandeo, todavía por venir, parece ubicarlo en estrecha conexión con el establecimiento final del reino de Dios, bajo Cristo, la Simiente prometida, “el Deseado de todas las naciones”. GMA 24.3
La restauración que ha de realizarse mediante Cristo puede ser vista claramente en estos últimos días por todos los que tienen la Biblia completa abierta delante de ellos. No era así con los antiguos. La palabra del Señor vino a ellos, “mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá”.4 La revelación que se les hizo del plan de salvación ocurrió según la senda del justo, “como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto”.5 Por lo tanto, llega a ser un asunto de mucho interés delinear brevemente la revelación gradual de tal plan al pueblo antiguo. GMA 24.4