El Gran Movimiento Adventista

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Los primeros observadores del sábado

Durante el “clamor de medianoche” en 1844, el Señor comenzó a dirigir las mentes de su pueblo a la observancia del día de reposo en el séptimo día. Esta doctrina, entre los adventistas, surgió de este modo: Rachel Preston, una bautista del séptimo día, se mudó a Washington, N. H., donde había una iglesia de los adventistas. Ella aceptó la doctrina del advenimiento, y esa iglesia, compuesta por unos cuarenta miembros, por medio de sus labores misioneras aceptó el sábado del cuarto mandamiento.4 Esto condujo a investigar el tema. En el Cry del 5 de septiembre de 1844, leemos: “Muchas personas han visto profundamente agitadas sus mentes respecto de una supuesta obligación de observar el séptimo día”. Esta declaración estaba contenida en un editorial, en el cual se hizo un débil esfuerzo para establecer las pretensiones de la observancia del domingo. El tema siguió en el número del 12 de setiembre, donde encontramos la siguiente declaración importante, que condujo a un estudio serio y detallado de muchos: GMA 203.3