El Gran Movimiento Adventista
Capítulo 13 – Señales de la Conducción Divina
“¿O ha intentado Dios venir a tomar para sí una nación de en medio de otra nación, con pruebas, con señales, con milagros y con guerra, y mano poderosa y brazo extendido, y hechos aterradores como todo lo que hizo con vosotros Jehová vuestro Dios en Egipto antes tus ojos? A ti te fue mostrado, para que supieses que Jehová es Dios, y no hay otro fuera de él”.1 GMA 160.1
De este modo el Señor obró para sacar a un pueblo de medio de una nación pagana, para poder conducirlos donde pudiera hablarles su ley, y donde pudiera entregárselas grabada en tablas de piedra. Estas maravillas no fueron realizadas para gratificar su curiosidad; sino para que pudieran saber con certeza que él “había hecho grandezas en Egipto, maravillas en la tierra de Cam, cosas formidables sobre el Mar Rojo”,2 que el que les había hablado desde en medio del fuego y del humo de la cumbre ardiente del Sinaí, era nadie menos que el Dios vivo y verdadero, el Hacedor de todas las cosas. GMA 160.2