El Gran Movimiento Adventista

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Capítulo 12 – El Chasco – El Libro Amargo

“Entonces tomé el librito de la mano del ángel, y lo comí; y era dulce en mi boca como la miel, pero cuando lo hube comido, amargó mi vientre. Y él me dijo: Es necesario que profetices otra vez sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes. Entonces me fue dada una caña de medir, y se me dijo: Levántate, y mide el templo de Dios, y el altar, y a los que adoran en él”.1 GMA 148.1

En el lenguaje bíblico, el “comer” el librito representa la recepción de la verdad a fin de comunicarla a otros, como se ve en Ezequiel, donde se le muestra al profeta “un rollo” y se le dice: “Come este rollo, y ve y habla a la casa de Israel”. Después de comer el rollo, él dijo: “Y lo comí, y fue en mi boca dulce como la miel”.2 GMA 148.2

El profeta Jeremías usa la misma figura: “Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón”. 3 De esta expresión aprendemos que la “dulzura” del libro mientras lo comían representa el gozo y la satisfacción experimentada por los que así se alimentan con la palabra del Señor. GMA 148.3